Valencia se está convirtiendo en una de las ciudades con mayor atractivo para los turistas e inversores, y eso está teniendo un gran impacto en el valor de la vivienda. En 2017, se registró un aumento de casi el 40% en el precio del alquiler en Valencia desde que alcanzara su mínimo histórico en 2014.
La capital del Turia ha visto como el precio de las viviendas arrendadas se ha incrementado más que en Madrid, en donde aumentó un 27%, y casi tanto como en Barcelona, en donde ha crecido un 48%. El precio del alquiler en Valencia registra así su mayor subida desde que alcanzara máximos históricos en 2008, cuando alcanzó una media de 8,83 euros por metro cuadrado. Desde ese momento, el coste del arrendamiento en la ciudad se desplomó hasta en un 48%, hasta llegar a los 5,81 euros por metro cuadrado que se registró en mayo de 2014.
Desde entonces, el valor de las viviendas arrendadas en Valencia no ha parado de subir, hasta alcanzar actualmente una media de 7,77 euros por metro cuadrado. Este incremento supera con creces el de la media española, que registró una subida del 16,4%. También es mayor que la media de la provincia Valenciana, en donde creció un 29,8%, y que la de la Comunitat, que creció en un 24,2%.
Campanar es la zona con los alquileres más elevados de la ciudad
Los distritos en los que el alquilar una vivienda resulta más caro son Campanar, con una media de 8,78 euros por metro cuadrado, seguida de L’Eixample, con 8,76 euros por metro cuadrado y Ciutat Vella, con 8,46 euros por metro cuadrado.
En estos dos primeros es donde también se han registrado los mayores aumentos en el precio del alquiler, en L’Eixample un 33,5% y en Campanar un 32,4%. Els Poblats Marítims, una de las zonas más de moda de la ciudad, ha visto como los alquileres de sus viviendas se han encarecido un 27,4%, mientras que Ciutat Vella ha experimentado un aumento del 15%.
Los principales motivos que explicarían este aumento de los precios del alquiler en Valencia no son diferentes a los de otras grandes ciudades españolas. La imposibilidad de la mayoría de las familias de adquirir un inmueble en propiedad, sumado a la escasa oferta y al auge de los alquileres turísticos ha disparado los precios.
En una entrevista con El Diario, la directora general de Vivienda de la Generalitat Valenciana, Rebeca Torró, explicó que el crecimiento de los precios del alquiler en Valencia “es inquietante, pero el análisis de la situación permite constatar una evolución todavía más inquietante: la importante disminución de la oferta de viviendas en alquiler´´. Para Torró, la desaparición de la oferta asequible es una “situación de emergencia habitacional´´.
La evolución del mercado inmobiliario como activo para invertir ha supuesto que los precios de los inmuebles en venta vuelvan a aumentar, esto, sumado a las restricciones de los bancos para acceder a una hipoteca, impide que muchos compradores puedan acceder a una vivienda.
Diferentes colectivos y asociaciones vecinales temen que el boom de los apartamentos turísticos termine por expulsar a los vecinos de los barrios en los que han vivido durante muchos años en busca de alquileres más asequibles, un fenómeno llamado gentrificación.
Actualmente, Valencia cuenta con cerca de 5.000 apartamentos turísticos, lo que supone cerca del 50% del total de la oferta habitacional municipal. Desde la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento se han comenzado a estudiar diferentes medidas para regular y endurecer las condiciones de los apartamentos destinados al turismo, como la conocida ‘tasa turística’ que ya se aplica en la Comunidad de Catalunya.
Otras alternativas son la limitación de los días que se puede ofertar el alojamiento, así como la imposición de un visado del Ayuntamiento y un permiso de la comunidad de vecinos para permitir que la vivienda se de de alta en el registro autonómico.