Hace más de medio siglo, algunos referentes del diseño de oficinas ya avisaban de la importancia de un espacio no basado en los muebles, sino en el talento.

Cincuenta años después de la renovación de ideas, las reivindicaciones en el diseño de oficinas sigue siendo las mismas. La diferencia está en que ahora sí se tiene en cuenta la importancia del interiorismo en el fomento de la productividad.

La reducción de costes ha llevado a agrupar a más personas en menos sitio, creando espacios estandarizados vinculados al contacto con el papel. Ahora, sin embargo, la naturaleza del trabajo ha cambiado, poniendo en valor el conocimiento, el trabajo en equipo y la generación de ideas.

Conceptos que dejan obsoleto el trabajo individualizado. La nueva oficina es un espacio óptimo para trabajar que fomenta la participación y la diversidad del grupo.

Una conquista más en la guerra por el talento. Una batalla en la que luchan todas las empresas, con un entorno humano y vinculado a los valores de la empresa.

El ‘nuevo’ diseño de oficinas

En los últimos años, no pocas empresas tecnológicas han utilizado el lugar de trabajo tanto para distinguir su marca como para atraer talento.

Algunas de ellas, pensando que el rediseño únicamente consistía en comprar muebles llamativos e incorporar una sala de juegos. Nada más lejos de la realidad.

Diseño de oficinas con espacios abiertos

El objetivo es crear un espacio que genere energía. Propósito que únicamente funciona cuando al diseño de oficinas le acompaña un cambio en la cultura del trabajo.

Cuando el espacio se diseña con un objetivo, toma un nuevo papel en nuestra manera de producir haciéndola más productiva. Mientras que si abrimos la oficina desordenadamente, el trabajo acaba por tener interrupciones y distracciones. El resultado que no buscamos.

Buscando la naturaleza ‘activa’

Para aumentar su productividad, las personas necesitan moverse, tener acceso a la luz del día y poder mejorar su estado, tanto físico como mental.

Un estudio conjunto de las universidades de Harvard y Syracuse ha llegado a demostrar que el rendimiento cognitivo de las personas que trabajan en ambientes naturales duplica al de los trabajadores en oficinas convencionales. Caracterizados por la abundancia de luz artificial.

Dato que, además, tiene relación directa con la satisfacción del personal y la inversión de la empresa en los gastos operativos. Y es que, el bienestar de los trabajadores, puede tener un ahorro financiero muy superior al de un edificio con diseño eficiente.

La flexibilidad en el trabajo

Flexibilizar los horarios de trabajo se está volviendo una práctica cada vez más común. Permitiendo, no solo una mayor conciliación laboral sino también un uso más intensivo de las oficinas.

Para algunos, esta propuesta podría parecer una invitación a trabajar lejos del despacho. Pero no es así. El cara a cara sigue siendo imprescindible para muchos de nosotros. Por lo que resulta más importante crear espacios que inviten a ir a trabajar.

Diseño de oficinas en edificios verdes

Un concepto que los espacios de trabajo compartido han sabido aprovechar muy bien. Cambiando la manera en que se configura el trabajo de una oficina tradicional a algo a un espacio de reunión. Creando interacción y generando ‘serendipia’.

Además de animando a muchas empresas estadounidenses a incorporar espacios propios de trabajo en centros urbanos, cerca del lugar de residencia de sus empleados. Flexibilizando, sin dejar de crear, conectar y compartir ideas.

¡Generando oficinas productivas e informales!

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