El sector inmobiliario se ha posicionado como uno de los mercados de mayor apertura al mundo laboral. Si visitas portales de interés general, habrás encontrado en más de una ocasión a los agentes inmobiliarios entre los principales y mejores empleos. Este fenómeno se da no solamente en España, sino también en gran parte de las naciones desarrolladas. Sin embargo, existen frecuentes confusiones respecto a sus funciones y las de otras figuras especializadas del sector, a menudo al punto de confundirlos. En este artículo de Oi Real Estate, veremos cuál es el modelo perfecto de agente inmobiliario. Si estás interesado en incorporarte al circuito real estate, te recomendamos leer la nota hasta el final para conocer mucho más. ¿Nos acompañas?

El modelo americano inmobiliario

El sistema estadounidense de compra y venta de propiedades ha sido considerado desde siempre como pionero y el de mayor capacidad de influencia a nivel mundial. De hecho, las figuras de bróker, asesor y agente inmobiliario (así como las agencias inmobiliarias propiamente dichas) son replicadas fielmente y reconocidas tanto por sus protagonistas como por compradores y vendedores.

Las diferencias entre aquel sistema y el del resto de los países que lo implementan radican exclusivamente en las normativas legales que lo contienen. Lo cierto es que la aceitada metodología norteamericana en compra y venta de bienes raíces está considerada como la más efectiva. Una moneda estable y un nivel de créditos hipotecarios accesibles prácticamente a cualquier ciudadano, lo hacen posible.

Superada la fenomenal crisis de la burbuja inmobiliaria de 2008, aquellos mecanismos han encontrado el rumbo nuevamente. ¿Conoces sus tiempos de ubicación en venta de viviendas? En promedio, a partir de publicada una propiedad, se estima que esta demora solo tres semanas en hallar su comprador y cuatro en hacer efectiva la negociación. Sorprendente. Las figuras del personal especializado en el sector inmobiliario son entonces tomadas directamente de aquel virtuoso sistema.

El modelo perfecto de agente inmobiliario

La meca del real estate es por naturaleza el mercado americano. En los Estados Unidos, las diferencias entre bróker y agente inmobiliario no dejan lugar a dudas respecto a cuál es el modelo perfecto. En el resto del mundo, no obstante, suelen confundirse los roles de agente inmobiliario con el de bróker. Para comenzar a comprender qué funciones cumplen uno y otro, entendamos primero qué es cada cual.

El agente en bienes raíces

Los primeros agentes inmobiliarios se desempeñaron, como dijimos, en los Estados Unidos. Como hemos desarrollado en varios de nuestros artículos en Oi Realtor, entendemos por agente inmobiliario al principal intermediario y guía entre el cliente y su objetivo (compra, venta, arrendación de inmuebles).

Esta figura ofrece la posibilidad de incorporarse rápidamente al sector inmobiliario sin una formación académica, acaso como primer empleo. Por otro lado, se puede hallar en ella un desarrollo comparable al de cualquier carrera profesional o colegiada, brindando la chance de perfeccionamiento a medida que se la incursiona.

En resumen, el desempeño y las cualidades de un agente inmobiliario pueden abarcar desde la mera gestoría, hasta una venta calificada como “especializada”. Un agente se encargará entonces de tareas muy sencillas, como de las más complejas siempre y cuando su experiencia y sus conocimientos den con la talla.

El bróker como un amplio líder en ventas inmobiliarias

La función de un bróker (o “corredor”) se originó primeramente en los mercados de acciones financieras norteamericanas, como corredores de bolsa de valores. Su función elemental fue la de conseguir capital externo e invertirlo en implementos o empresas financieras. En definitiva: convencer a alguien de que su capital podría generar ganancias si fuera invertida en una empresa en crecimiento o en posicionamiento ascendente.

De esta manera, a mediados del siglo pasado, algunos bróker fueron separándose del sector netamente financiero para volcarse a otros ámbitos, siempre con la misma finalidad de conseguir capital. Así, el bróker inmobiliario se especializará en conseguir clientes que puedan (a través de su dinero) invertir en operaciones relacionadas a los bienes raíces.  

Como un dedicado analista del mercado, un bróker sabrá entonces cuál es el momento adecuado para invertir en la acción inmobiliaria pertinente (compra de inmuebles desde el pozo, alquiler comercial, etc.).

¿Cuáles son los roles de uno y otro?

Siguiendo con la corriente americana, las diferencias entre bróker y agente inmobiliario son significativamente marcadas. En España, así como en muchos otros países, si bien este factor de distanciamiento puede mantenerse es de esperar que su contacto sea más fluido y que puedan compartir ciertas funciones.

Un bróker podrá ser o hacer de agente inmobiliario; un agente inmobiliario difícilmente pueda ser bróker aunque tal vez sí logre convertirse en uno, en algún momento.

El bróker gestiona

En lo general, a modo de ejemplo, un bróker inmobiliario se encargará de la compra de una propiedad para luego revenderlas. La finalidad: conseguir el mayor margen de ganancia posible. Puede ejercer como asesor inmobiliario, dados sus conocimientos del mercado.

Generalmente será un especialista en economía y en movimientos financieros. Por tanto, es de esperar que un bróker cuente con algún título colegiado que lo avale a decidir sobre inversiones ajenas.

El agente inmobiliario según sus conocimientos

Se avoca al ámbito de las ventas. Recurriendo a otro ejemplo, un agente inmobiliario se hará cargo de una negociación inmobiliaria (venta de una propiedad, alquiler, etc.). Dependiendo de sus conocimientos adquiridos y su capacitación, también podrá cumplir funciones como asesor inmobiliario.

Mayoritariamente y en la actualidad, será conveniente que un agente inmobiliario adquiera conocimientos publicitarios y en marketing, orientado al sector. Como consecuencia, si bien es recomendable que posea un título colegiado, este no será un requisito excluyente.

El bróker y el agente en simultáneo

Se espera que un bróker sea el representante de una franquicia, posea una agencia inmobiliaria (o varias), o trabaje para ellas como parte fundamental de su funcionamiento, sino como asociado. Si trabaja de forma autónoma, puede que logre encargarse de todas las aristas que requieren; si se trata de un bróker de éxito será imprescindible disponer de agentes inmobiliario que se ocupen de seguir los transcursos de las negociaciones.

Por el lado del agente inmobiliario, puede trabajar de manera independiente o ser empleado o contratado por agencias o brókers; una opción recurrente en la actualidad es la trabajar de forma autónoma aunque respondiendo a distintas franquicias. De hecho, los monstruos del sector se han ocupado de extender sus franquicias para que todo aquel que busque introducirse en el circuito pueda hacerlo bajo la nomenclatura de agente inmobiliario. La mayoría de los agentes en nuestros días, encuentra en esta última opción, la más atractiva para dar sus primeros pasos.

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