Banca y promotores coinciden en señalar lo extraordinario del mercado residencial de 2016, intentando hacer sostenible el crecimiento inmobiliario.
El balance del mercado residencial de 2016 y las previsiones a corto o medio plazo destilan mucho optimismo. Todos los inversores miran hacia España, y tanto las ventas como el precio de la vivienda parecen tocar techo.
Estas son las grandes conclusiones del ‘II Encuentro de Financiación Inmobiliaria de Madrid‘ (EFIMAD 2017) que se celebró el miércoles 8 de febrero. Un evento que organizaron Asprima, la patronal de los promotores, y CaixaBank.
La entidad bancaria no dudó en resaltar el extraordinario impacto del mercado residencial, no solo en la actividad inmobiliaria sino también en la construcción y el conjunto de la economía.
Mientras que los representantes del sector inmobiliario pidieron colaboración de todos, para hacer sostenible este proceso de recuperación. Agilizando la gestión del suelo, generando empleo y permitiendo la financiación.
CaixaBank hace balance inmobiliario
Según CaixaBank, el año 2016 cerrará con la venta de 445.000 viviendas. La mayoría de ellas son viviendas usadas (400.000 inmuebles), frente a una parte de obra nueva (45.000 inmuebles).
De esta manera, el año culminará con incremento del 15% interanual en la venta de vivienda usada y una leve caída del 10% en vivienda nueva.
En linea con estos datos, la entidad calcula que el balance anual deje un total de 282.000 nuevos créditos hipotecarios. También un 15% superior al de 2015. Créditos por un precio medio de 109.000 euros a nivel nacional.
Este incremento en la venta de viviendas y la firma de hipotecas disminuirá en cerca de 350.000 inmuebles el parque disponible de viviendas.
Tengamos en cuenta que cada vez más compradores extranjeros se interesan por nuestro mercado residencial, suponiendo un 17,5% del total de las ventas. Con nacionalidades como la británica con una de cada cinco ventas, o la francesa con una de cada diez.
Cautela en el mercado residencial
El encuentro anual entre banca y promotores contó con la presencia de más de 300 profesionales del sector inmobiliario. Un grupo bastante significativo que, encabezado por Asprima, habló de los retos a los que se enfrenta el mercado residencial.
La petición más destacada fue dirigida hacia las administraciones, a las que se reclama una mayor agilidad en la gestión del suelo. Requisito indispensable para que mejore la actividad y con ella tanto el empleo como la economía.
Por un lado, no deja de ser llamativo que de superar la construcción de 700.000 viviendas anuales en la precrisis, la actividad haya caído hasta las 30.000 de 2013.
Si una vez superada la crisis, apenas se han llegado a construir 90.000 en 2016. Mientras que sería ‘todo un éxito’ alcanzar los 132.000 visados a finales de 2017. Según Carolina Roca.
Y por el otro lado, el incremento de los precios de la vivienda no va en sintonía con la demanda de vivienda. Si no existe más suelo, el disponible sube de precio con repercusión directa en el valor de las propiedades.
De modo que una subida de precio por encima del 5%, haría que la demanda de viviendas se resintiese. Según Ignacio Moreno.
De seguir multiplicándose el precio del suelo en los próximos años, y retrasándose la concesión de licencias en ciudades como Madrid, los promotores tendrán que acabar generando su propio banco de suelo. Afirmaron desde Irea.