Trabajar cerca de casa y poder ir andando a cumplir nuestra labor representa una auténtica manera de reducir la polución y de hacer de las ciudades ambientes más sostenibles. Según un estudio reciente publicado por CBRE, estos criterios definirán el futuro de las ciudades, ¡y siete barrios de Barcelona los cumplen!
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La unión entre el formato residencial y de oficinas es el futuro del urbanismo y la ciudad de Barcelona se encamina hacia ese porvenir. Al respecto, según un estudio realizado por la consultora CBRE, siete de los setenta y tres barrios de la ciudad condal alcanzan un equilibrio óptimo entre la huella residencial y el de oficinas. De esta manera, ofrecen a los ciudadanos una mejor calidad de vida y promueven la sostenibilidad de la ciudad. Los barrios en cuestión son: Sant Gervasi, Les Corts, Poblenou, La Marina de Port, Pedralbes, L’Antiga Esquerra de l’Eixample y Tres Torres.
Los detalles del estudio de la consultora CBRE
Para realizar este estudio se tuvieron en cuenta algunos datos demográficos, económicos e inmobiliarios. Así, se obtuvo una visión diferencial del desarrollo urbanístico que fue puesto al servicio de los planes de crecimiento de las ciudades.
CBRE cruzó cifras de superficie de oficinas de cada uno de los barrios, con datos de la población activa, que incluye personas de entre veinticinco y sesenta y cuatro años. Al resultado lo compararon con un valor estándar que define el equilibrio perfecto entre viviendas y oficinas. Este se sitúa entre 7 y 14 m2/persona.
Las conclusiones indicaron que los barrios catalanes de Sant Gervasi, Les Corts, Poblenou, La Marina de Port, Pedralbes, L’Antiga Esquerra de l’Eixample y Tres Torres presentan, actualmente, un equilibrio adecuado entre viviendas y oficinas. Los sectores que predominan en estos siete barrios son: financiero, tecnológico, servicios al consumidor y ocio y energía.
Los barrios con mayores desequilibrios entre viviendas y oficinas, según CBRE
Según este estudio, los barrios con mayores desequilibrios son: Sants-Badal, Vallvidrera, el Guinardó y Horta. Esto se debe a que apenas existe espacio de oficinas en relación con la población activa que reside en la zona. En definitiva, ello supone que “los habitantes de estos barrios hayan de salir masivamente a diario para desplazarse a los centros de trabajo”, explica Xavi Güell, director de la oficina de CBRE en Barcelona.
En el otro extremo, encontramos barrios donde el desequilibrio es inverso: la ratio se dispara a más de 280 m2/persona. Nos referimos a zonas como La Marina del Prat Vermell, donde predominan las oficinas y escasean las residencias de personas.
Trabajar cerca de casa contribuye a la sostenibilidad
Xavi Güell es director de la oficina de CBRE en Barcelona y ha liderado este estudio que evalúa el equilibrio entre viviendas y oficinas en los barrios barceloneses. Al respecto, explica que:
“Durante las últimas décadas, muchas de las oficinas que se han construido en grandes ciudades han sido a las afueras, lo que ha generado importantes deficiencias vitales para los habitantes. En la ciudad del futuro la relación se invierte y son los centros de trabajo los que se sitúan donde viven las personas. Los edificios de oficinas se integran de manera sistemática en los barrios, permitiendo que las personas acudan a los centros de trabajo caminando. Los centros de trabajo y de vida están cerca y esto es lo que refleja este estudio: qué barrios están ya más cerca de ese equilibrio óptimo”.
Un cambio de paradigma para las compañías
La implementación de este modelo supone un cambio de paradigma para las empresas. Estas habrán de introducir un criterio de sostenibilidad en la búsqueda de la mejor localización. Pero, además, supone que, a partir de ahora, deberán incorporarse en los procesos de selección nuevos criterios, como el lugar de residencia de los empleados, la densidad de fuera laboral por barrios o el coste y duración de los desplazamientos. De alguna manera, es el empleado quien pasa a ser el centro de las decisiones (además del cliente).
Al respecto, Güell añade que:
“Habrá empresas que se desplegarán bajo una estructura fractal, es decir, se fragmentarán en varias sedes o unidades operativas más pequeñas y bien interconectadas con un objetivo doble muy claro: acercarse lo máximo posible a donde viven sus empleados para incrementar exponencialmente su calidad de vida y lograr así atraer y fidelizar talento y, por otro lado, eliminar o reducir notablemente el impacto de la huella de carbono corporativa de la empresa con esta reducción del ‘commuting’”.
El reto del equilibrio entre oficinas y residencias para las ciudades
Cuando hablamos de ciudades consolidadas, como Barcelona, es difícil pensar en equilibrar la huella residencial con la de oficinas. Sin embargo, desde CBRE proponen tres planes de acciones para enfrentar este desafío:
El primero supone actuar desde tres grandes ejes que actualmente están en transformación, las grandes bolsas de suelo que quedan en la ciudad condal. Se han diseñado planeamientos donde prevalece todavía el uso de oficinas, pero se debería tratar de reequilibrarlos antes de que se hagan efectivos estos desarrollos.
El segundo plan de acción se refiere a la transformación de edificios en oficinas, o viceversa. De esta manera, cuando queden desocupados, se podría reequilibrar el uso en el barrio y alcanzar el equilibrio deseado.
En tercer y último lugar, CBRE propone identificar aquellos edificios existentes que están en desuso o infrautilizados. Una vez detectados, sugieren rehabilitarlos para darles el uso que el barrio requiere, ya sea de oficinas o de viviendas, para ponerlos nuevamente en el mercado.
El equilibrio entre residencias y oficinas es todavía un anhelo, pero tal y como lo demuestra CBRE en su estudio, existen vías de acción para hacer de Barcelona una ciudad que se adelanta a las necesidades del futuro.
¿Tú, qué opinas al respecto? ¿Consideras importante equilibrar la huella de oficinas con la de viviendas? Cuéntanoslo en comentarios. En Oi Realtor nos interesa conocer tu opinión.