Existe un concepto nuevo en domótica que sobrepasa todo límite conocido en cuanto a valoración de una propiedad: la internet de las cosas. Son pocos quienes han incorporado al día de hoy esta compleja noción, sin haberse resistido en la previa a los consejos de su equipo de arquitectos o a la recomendación del agente inmobiliario de turno ¿Por qué? Pues porque en realidad las personas suelen encarar internet de las cosas desde un lugar equivocado. Esto es ¿Para que quiero una bodega electrónica conectada a internet? Sin embargo, al paso del tiempo el marketing digital cambió esa pregunta por ¿Te gustaría recibir una notificación al móvil cuando ese vino que guardas tan preciadamente se encuentre en el punto justo? En este artículo de Oi Real Estate veremos el avance de la internet de las cosas en las principales compañías y en la vida cotidiana. Te invitamos a continuarl leyendo para comprender mucho más.
En este artículo encontrarás:
Internet de las cosas como un desafío a la imaginación
El marketing inmobiliario incluye por supuesto a la internet de las cosas; considerando que las propiedades que abordan este concepto en sus parámetros suelen incrementar sustancialmente su valor. Es que no son pocas las virtudes y ventajas que ofrecen a la vida cotidiana (siempre mediante un basamento estrictamente tecnológico). Hoy día, puedes desde saber qué está ocurriendo en cada rincón de tu casa, sin importar sus m2, hasta controlar la temperatura del café que vas a beber al finalizar la cena con internet de las cosas.
Elementos luminarios, aparatos de sonido, alarmas externas e internas, temperatura de cada ambiente… todo es posible de controlar desde una pequeña sala de comando; desde la oficina de una compañía proveedora de servicios de domótica o incluso desde tu móvil, estés donde estés. Para muchos, el precario comienzo de la domótica hace cinco décadas con los primeros controles remotos capaces de abrir el portón del estacionamiento, no hubiera podido nunca alcanzar estos niveles actuales dignos del más alucinógeno relato de Orwell. Sin embargo, internet se ocupó de eso y no deja de sorprender a propios y ajenos a la industria inmobiliaria.
El avance de la internet de las cosas
Como dijimos, internet de las cosas prevé que un hogar completo rija sus movimientos de acuerdo a un cerebro digital central. En este sentido, su máxima ambición hasta hace algunos pocos años parece haberse alcanzado y con creces. Nos referimos a ciertos objetivos cuyos puntos ya no representan una sorpresa para quienes nos encanta indagar en el terreno tecnológico; y que detallamos aquí:
- Incrementar el bienestar del ser humano, liberándolo del stress de tener que estar atentos a detalles propios del funcionamiento del hogar.
- Aplicar la tecnología en pos de un nuevo estilo de vida que permita que propone el autoabastecimiento por parte de ciertos artefactos; o el alerta al humano en caso de manifestar síntomas de mantenimiento.
- Innovar y crear nuevos mercados comerciales en base a los preexistentes (entre los que se cuenta el real estate como principal protagonista).
Palabra de CEO
Podríamos afirmar que estos tres puntos clave en el ABC de la internet de las cosas estarían casi cumplidos, aunque se espera que con el paso del tiempo la inteligencia artificial logre avances inauditos en este campo. Al respecto, ver o ir un paso más allá no suena tan descabellado. Así lo señalaba Hans Vestberg, CEO de Ericsson cuando afirmó que “Si un ser humano se conecta a la red, le cambia la vida. Pero si todas las cosas y objetos se conectan, es el mundo el que cambia”. Y está en lo cierto ¿No te parece?
Una ciudad interconectada… ¿Es posible?
Como vemos, el avance de la internet de las cosas tiene en la mira una meta mucho más ambiciosa que asombrar a los testigos de una casa interconectada… Hablamos de una interconexión global y entre ciudades enteras. No obstante, su vinculación y la falta de regulación en cuanto a la invasión a la privacidad representa un duro escollo a superar en este camino.
En marketing inmobiliario la domótica aplicada a las propiedades en venta es considerada como una ventaja desde todo punto de vista y ejerce impresiones positivas; tanto en los clientes cuando el agente la propone para sus unidades como en los interesados en comprar. Pero a menudo, cuando hablamos de villas privadas interconectadas la cosa suele cambiar.
Control sobre lo propio, control sobre lo ajeno
Es que en definitiva, la interconexión de una propiedad propone un control total sobre aquello que nos es propio; mientras que para la interconexión de una ciudad entera será necesario que alguien (en un plano superior) se encuentre en posición de controlar. Esta discusión recién comienza.
Sin embargo, si vemos como un hecho comprobado que las compañías más avanzadas trabajan con el mismo norte (el de la interconexión regional) ¿por cuánto tiempo podrían resistir los más duros fundamentalistas protectores de la “no interconexión”? Es de esperar que (como con la mayoría de las tendencias tecnológicas resistidas, como lo fue por ejemplo la propia internet) solo se trate de una cuestión de tiempo hasta que eso suceda.
¿Qué incidencia tiene en tu agencia u oficina de servicios inmobiliarios independiente la internet de las cosas? ¿Crees que podrá masificarse algún día y cambiar la forma en que concebimos la interconexión? ¿Cuánto tiempo crees que transcurrirá desde aquí hasta que su avance la vuelva un hecho de lo más cotidiano? Nos encantaría conocer tu opinión en la bandeja de comentarios.
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