A menos de un mes del comienzo del verano, te acercamos una lista con opciones de hospedajes Passivhaus en España. Conoce alojamientos certificados y apuesta por el turismo ecológico esta temporada.
En este artículo encontrarás:
La construcción sostenible gana cada vez más terreno en España y en el mundo. No solo las directrices públicas van en esta línea: el interés social por el cuidado del medio ambiente y el consumo responsable crece a pasos agigantados.
En este contexto, y a menos de un mes del comienzo del verano, veamos algunos hospedajes Passivhaus en España para disfrutar de un descanso en sitios ecológicos y acogedores difundidos por la propia Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP).
Casa aldea rural Villa Marta en Llanes (Asturias)
Se trata de la rehabilitación de una centenaria casona de arquitectura indiana para uso de turismo rural ubicada en el entorno natural del Valle de Ardisana.
El edificio dispone de seis habitaciones y mantiene su escalera antigua de madera, así como galerías y balcones característicos, desde donde pueden disfrutarse las vistas del Valle.
La fachada obliga al visitante a actuar por el interior. Se puede considerar como un “caso de estudio” para futuras intervenciones en el patrimonio arquitectónico protegido de Asturias y a la vez un impulso para rehabilitar bajo estándares de consumo de energía casi nulo.
Según destacan desde PEP, se han respetado y conservado las características de la arquitectura indiana reduciendo la demanda de calefacción de la vivienda en un 90%.
Estructuralmente, el espacio está compuesto por muros de carga de piedra en su perímetro. También tiene muros interiores de fábrica de ladrillo macizo, con galerías en las fachadas este y oeste que se mantienen fuera de la envolvente térmica.
Los forjados de entreplanta y de cubierta son de estructura de madera, como es habitual en la arquitectura tradicional asturiana, y se encuentran en buen estado de conservación. Solo es necesario algún refuerzo puntual en cubierta.
Al ser elementos lineales de madera, con baja conductividad térmica, puede realizarse la intervención por el interior, ya que los puentes térmicos originados en estos encuentros son asumibles en el cálculo energético.
Las ventanas son de madera laminada de pino y vidrios triples, hay suelo radiante en planta baja y los acabados interiores no emiten sustancias tóxicas.
Hotel Sempre Fisterra en Finisterre (Galicia)
Ubicado en el centro histórico de la Costa da Morte, Sempre Fisterra es la rehabilitación de una villa marinera convertida en un pequeño establecimiento hotelero temático en el que las estancias están ambientadas en las fisterras del mundo.
Es el primer hotel de España en obtener la certificación Passivhaus. Según describen en su propia página web, prioriza la protección del medio ambiente y ofrece servicios sostenibles, fomentando hábitos responsables, tanto para los huéspedes como para su equipo.
En este marco, las instalaciones cumplen con los parámetros para considerarse como un “edificio de consumo casi nulo” (NZEB). Esto implica alto aislamiento térmico, hermeticidad estricta, optimización de ganancias solares y ventilación mecánica con recuperación de calor.
Todas las estancias cuentan con el mejor aislamiento acústico, niveles de temperatura y humedad controlados y una baja concentración de CO2.
El confort térmico y acústico alcanzado en las habitaciones es valorado por muchos usuarios del hotel. Además, el interior se renueva periódicamente con aire fresco, ofreciendo una excelente calidad para los huéspedes.
Hotel Casa Sueño en Salas (Asturias)
Construido con materiales reciclables, otro de los hospedajes Passivhaus en España es este hotel de 3 estrellas, que ofrece alojamiento para peregrinos con conciencia ecológica en el Camino Primitivo de Santiago.
El edificio está rodeado de una gran belleza rural y su restaurante se abastece de productos frescos de proximidad y de su propio huerto.
Para cumplir los estándares Passivhaus, se realizó una simulación energética del edificio durante la etapa de diseño. Así, se logró un mayor aprovechamiento de la energía y la luz natural durante el invierno y la disminución de la incidencia solar en el verano.
La estructura del hotel está hecha en base a madera, material muy aislante, natural, de alta eficiencia energética y muy respetuoso con el medio ambiente. Además, se utilizaron otros materiales aislantes tanto en el interior como en el exterior.
Las diez habitaciones distribuidas en dos plantas tienen ventanas de triple acristalamiento. Además, el edificio consta de un sistema de ventilación con recuperador de calor certificado y bomba de calor aire-agua para agua caliente sanitaria y calefacción.
Hotel Arima en San Sebastián (País Vasco)
Se trata del hotel más grande del mundo certificado Passivhaus. Los diferentes volúmenes que componen el hotel gozan de vistas al bosque Miramón.
Este hotel de 4 estrellas dispone de 69 habitaciones y 73 estudios vacacionales. También cuenta con piscina y un restaurante de gastronomía ecológica, alta cocina de temporada y de proximidad.
Para ello, sus constructores combinaron materiales nobles y resistentes como la piedra, el hierro y la madera, con texturas y tejidos suaves de tonos neutros. Una unión que, junto a la colección de amenities orgánicos, convierten la estancia en Arima en un momento de conexión y disfrute.
En el edificio se utilizan energías limpias, como la geotermia y aerotermia, y sistemas de recogida de agua para limpieza. Además, cuenta con filtros de reducción del flujo de agua y gestión selectiva de residuos, un espacio bikefriendly y cargadores para vehículos eléctricos.
El hotel no solo es amigable con el medio ambiente. Este espacio es realmente lujoso: desde el 2019 forma parte de Small Luxury Hotels, el sello líder de hoteles boutique de lujo en el mundo.
Aldeas de Ezcaray (La Rioja)
El último de los hospedajes Passivhaus en España corresponde a estos 8 apartamentos turísticos, que han sido construidos mediante la rehabilitación de un edificio residencial. Cuentan con una arquitectura vanguardista y cada vivienda integra la esencia del Valle de Ezcaray.
El espacio ofrece una propuesta de alojamiento que cuida de sus inquilinos por su gran confort interior y comodidad de las estancias. Pero, sobre todo, cuida del medio ambiente, de la naturaleza y del espacio donde se encuentra.
“Apostamos por un cambio en el concepto tradicional de la hostelería, un cambio que mejorará el presente de la comarca de Ezcaray y el futuro de las próximas generaciones”, sostienen sus creadores.
Vale recordar que los beneficios que ofrece una construcción de consumo casi nulo son numerosos, pero la ventaja mayor y más destacable es la de ser energéticamente eficiente y generar menor emisión de CO2.
“Queremos servir de ejemplo y cambiar el concepto de hostelería que se tenía hasta ahora, haciéndonos más consciente de la necesidad de cuidar nuestro planeta”, remarcan desde el hotel en su página web.