Con la baja rentabilidad que ofrecen hoy los bancos, tener nuestro dinero quieto genera más pérdidas que beneficios. Conoce las claves para pasar de ahorrador a inversor y anímate a dar el salto. 

¿Has logrado reunir algo de dinero pero no sabes qué hacer con él más que dejarlo en el banco? Esto es algo muy habitual. Sin embargo, puede traer más pérdidas que beneficios

Es que el efecto de la inflación sumado a los costes de mantenimiento de estas entidades y la baja rentabilidad que hoy ofrecen, no ayudan a generar una renta atractiva.

En este contexto, conocer algunas claves del mundo financiero te permitirá pasar de ahorrador a inversor y poner tu dinero a trabajar. Veamos algunas de ellas… 

¿Cuál es la diferencia entre ahorrar e invertir?

pasar de ahorrador a inversor

Cuando ahorramos, buscamos tener un remanente para imprevistos o necesidades a corto plazo. Para esto, utilizamos normalmente depósitos a plazo y libretas de ahorro. 

En este caso, no existe el riesgo de perder el capital hasta un límite (el Fondo de Garantía de Depósitos cubre hasta 100.000 euros por titular), se acumulan intereses conocidos de antemano y el dinero se puede recuperar fácilmente.

Tal como describen desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), como el riego es mínimo, la rentabilidad naturalmente es baja y muchas veces incluso menor que la inflación.

Por el contrario, al invertir intentamos lograr un crecimiento de nuestros ingresos a medio y largo plazo por medio de diversos productos financieros con distintos tipos de riesgo. 

La rentabilidad se consigue a través de los intereses, la revalorización del capital y los dividendos. A diferencia del ahorro, sí existe la posibilidad de no obtener ningún rédito e incluso de perder el capital. 

Cuando el mercado ofrecía tipos de interés a plazo fijo en torno al 3 % o el 4 %, para un ahorrador convencional no tenía demasiado sentido buscar alternativas. Sin embargo, las condiciones actuales nos obligan a repensar nuestro perfil financiero.

¿Por qué pasar de ahorrador a inversor?

Como dijimos en la introducción, la inflación es nuestra principal enemiga a la hora de proteger el valor de nuestro dinero.

Es que si tenemos ahorros pero estos no producen ningún tipo de rentabilidad, lamentablemente estamos perdiendo poder adquisitivo. 

Si hoy contamos con 200 euros en el banco, en una década podremos comprar muchas menos cosas con ese dinero, aun a pesar de los intereses que ofrecen estas entidades financieras. 

Esto, sin embargo, tiene una solución: convertirnos en inversores y poner nuestro dinero a trabajar por nosotros. 

Rentabilizando nuestro capital podemos esquivar a la inflación e ir poco a poco incrementando nuestro patrimonio a partir de las ganancias generadas.

Además, no es necesario contar con un monto de dinero alto para comenzar a hacerlo. Hay opciones desde unos pocos euros y técnicas simples de comprender que lo hacen accesible para un buen número de personas. 

Las claves para pasar de ahorrador a inversor

invertir ahorrador a inversor

Antes de comenzar a invertir nuestro dinero, debemos conocer algunas claves que harán que nuestro camino sea más seguro y efectivo. 

Alerta spoiler: la inversión siempre genera riesgo. No hay forma de escapar de esta premisa. Lo que sí podemos hacer es informarnos y escoger correctamente entidades y técnicas. 

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la planificación. Esto quiere decir, determinar un objetivo, calcular qué monto estamos dispuestos a invertir y en qué plazo podríamos alcanzar nuestra meta. 

Otra regla tiene que ver con tener un fondo de emergencia, dinero reservado para imprevistos o gastos en un futuro próximo. Estos euros tendrán que estar siempre disponibles y no podemos invertirlos. La cantidad se calcula estimando entre tres y seis meses de gastos habituales.

Por otra parte, y como comentamos más arriba, debemos invertir solo en productos y servicios que comprendamos. Si queremos dar nuestros primeros pasos, es mejor escoger técnicas sencillas.

Los primeros pasos para invertir

Lo mejor para dar los primeros pasos en el mundo de la inversión es escoger productos fáciles de entender y optar por entidades que supongan un menor gasto en comisiones. 

Por ejemplo, si recurrimos a productos de bancos, debemos estar atentos a las comisiones que nos vayan a cobrar, ya que por lo general hay alternativas más económicas, como los robo advisors o gestores automatizados de la inversión.

Considerado por la revista Forbes como uno de los diez hombres más ricos del mundo, Warren Buffett es una eminencia indiscutida cuando de consejos para inversionistas se trata. En este marco, es útil repasar algunos de ellos:

  • Cuidado con especular: si lo único que nos importa son los cambios de precios, significa que estamos especulando. “No hay nada malo en ello, pero como yo he sido incapaz de conseguirlo con éxito, soy bastante escéptico con estas prácticas”, sostiene Buffett. 
  • No pierdas el tiempo con los análisis de mercado: “Formar tu opinión escuchando las predicciones de otros sobre los comportamientos de los mercados es una pérdida de tiempo”, asegura el “Oráculo de Omaha”.
  • Mantente firme: aun cuando el mercado se esté derrumbando, no hay que entrar en pánico. “Aunque los mercados son generalmente racionales, ocasionalmente hacen cosas locas”, advierte el magnate.
  • Reinvierte tus ganancias: si ganas dinero con una inversión, no cojas el beneficio y te vayas. Reinvierte el capital y no lo gastes en caprichos.
  • No esperes demasiado para aprovechar precios bajos: cuando las condiciones para realizar una inversión son especialmente ventajosas, Buffett aconseja tomar una decisión rápidamente.

Tipos de inversión

Algunas de las formas de inversión más conocidas son las siguientes: 

  • Acciones
  • Fondos de inversión
  • Bonos y letras
  • Plazo fijo
  • Fondos de pensión
  • Fondos cotizados o ETF
  • Criptomonedas
  • Bienes inmobiliarios

Pasar de ahorrador a inversor en el mercado inmobiliario

En este punto nos detendremos en el último tipo de inversión que mencionamos más arriba, ya que no necesariamente hay que ser propietario para gozar de los beneficios del mercado inmobiliario. 

Si no cuentas con el dinero suficiente para hacerte de un piso o simplemente deseas diversificar el capital en este sector, debes saber que existen alternativas efectivas que pueden adaptarse a tus gustos y necesidades. 

Socimis

Una de las formas de invertir en bienes raíces sin comprar una propiedad es a través de socimis. Esta operación funciona de forma similar a los fondos de inversión y se trata de una adaptación española de los populares REIT (Real Estate Investment Trust) originados en los Estados Unidos.

Se trata de empresas que se dedican a la compra, promoción y rehabilitación de un gran número de activos inmobiliarios, incluso la adquisición de hipotecas. Su objetivo es obtener ingresos a través del alquiler o de los intereses. Los beneficios son los que reparten luego a sus accionistas por medio de dividendos.

Pero no solo puedes ganar a través de los dividendos que recibes periódicamente, sino también si las acciones en las cuales has invertido se revalorizan en el mercado. Por lo tanto, los beneficios pueden llegar a ser dobles.

Fondos de inversión inmobiliarios

Los fondos de inversión representan una de las alternativas más conocidas a la hora de invertir en el mercado de valores sin la necesidad de comprar una propiedad.

Esta estrategia puede llevarse a cabo por dos caminos distintos: a través de fondos que invierten de forma directa en activos inmobiliarios destinados al alquiler; o por medio de fondos indirectos, que seleccionan valores que están relacionados de una forma u otra con compañías del sector inmobiliario.

Los fondos de inversión inmobiliarios tienen como punto a favor la diversificación. Puedes posicionarte en distintos activos de distintas partes del mundo al mismo tiempo, una ventaja considerable respecto de la compra de un inmueble.

Crowdfunding inmobiliario

El crowdfunding consiste en una inversión colectiva o colaborativa: muchos pequeños inversores uniéndose para invertir en un proyecto de vivienda.

Esta técnica permite que inversores financien proyectos empresariales de forma colectiva. Funciona a través de pequeñas aportaciones que se realizan mediante una plataforma encargada de seleccionar y ejecutar esas inversiones. 

Si quieres asesorarte con expertos, en Oi Realtor podemos ayudarte. Te facilitaremos toda la información sin letra pequeña para que puedas decidir con criterio dónde, cuándo y cómo comenzar tu recorrido en el mundo de la inversión.

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