Encarar una reforma es una tarea que requiere muchos esfuerzos, desde ponerse a pensar qué hacer, el momento de cada trabajo y la manera de financiar los costos. Aquí brindamos los detalles que debes considerar para saber cuánto cuesta reformar una casa. Además, te damos unos consejos que pueden asegurar un éxito en el proyecto.
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Reformar una casa es una tarea que requiere de muchos esfuerzos. Además, es necesario un conocimiento exacto de los materiales, los costos y los momentos en que comenzar la obra. Además, está la cuestión de cómo financiar el proyecto y, aunque a veces no es necesario, los permisos de obra que deben otorgar los ayuntamientos y juntas de vecinos.
Como se ve, no es nada sencillo. Por ello, aquí te brindamos una serie de recomendaciones para que puedas establecer de manera adecuada cuánto cuesta reformar una casa. También el costo estimativo de las diferentes obras y la manera de financiarlas. Además, cuáles son los plazos, detalles y permisos de cada trabajo.
1. El inicio: antes, un momento para pensar
Encarar la reforma de una vivienda puede llegar a ser una tarea desgastante y hasta puede generar malhumores y estrés. Cada ítem cuenta y aparecen inconvenientes que antes no eran considerados. Por ello, lo principal es llegar a un punto inicial donde establecer de manera precisa lo que se quiere hacer con la vivienda.
En ese sentido, conocer las necesidades de la familia ayuda a focalizar los trabajos que se deberán realizar. En cuanto al interior, en ocasiones alcanza con algunas mejoras en la distribución de los espacios o la pintura y revestimientos. También con la compra de algún mueble u objeto decorativo.
Pero cuando las habitaciones quedan pequeñas porque los niños crecen, se necesita adecuar un espacio para agrandar la cocina, o debemos montar un estudio, allí estamos hablando de una reforma considerable. Y es entonces donde empiezan a tomar relevancia otros ítems y otro tipo de decisiones sobre el futuro de la vivienda.
Por ejemplo, cuando se deben reformar el baño y la cocina, tal vez sea mejor cambiar también las cañerías y conductos de agua y electricidad. Esto es conveniente no solo porque las normas establecen criterios claros en torno a la sostenibilidad de las instalaciones, sino que es una buena decisión pensando en el ahorro energético futuro.
En cambio, hay ocasiones en que la calidad de los materiales e instalaciones hacen no precisar sustitución ya que la vivienda estará nuevamente resplandeciente con un simple pulido de pisos, retoques de pintura, la rehabilitación de maderas nobles y algún arreglo Por ello, la primera recomendación es conocer hasta donde la casa puede brindar la utilidad que necesitamos y cuando se deben encarar trabajos mayores.
En este punto es difícil saber de manera exacta cuánto cuesta reformar una casa. Por lo tanto, lo que sigue es comenzar a pensar en cómo debería ser, qué distribución y comodidades tendría nuestra vivienda.
2. Saber qué queremos realizar
Una vez que la decisión es reformar la vivienda, hay que establecer tanto las prioridades como los cambios posibles. Aunque parezca obvio, realizar una lista que contenga estos aspectos, a manera de ranking, puede ser de gran ayuda. Incluso, si los llevamos a los planos de la casa podremos tomar una real dimensión y perspectiva de los cambios buscados.
Desde el momento en que las reformas alcanzan un grado tal que es necesario cambiar la distribución interior o exterior de la casa, se debe recurrir a un profesional. Será él quien mejor nos delimite lo que se puede hacer y lo que no corresponde. El sistema de desagües y canalizaciones es un determinante para cualquier cambio. Tanto un constructor como un arquitecto son idóneos para interpretar cómo está construida la vivienda.
El proyecto de remodelación nace de la relación entre las necesidades de la familia y las posibilidades que tiene la estructura de la casa. Hay ocasiones en que todo parece posible y hasta accesible económicamente. En cambio, hay otras en que la estructura de la vivienda, sus cimientos y medidas hacen imposibles cambios de gran envergadura.
Pero si ya hemos llegado al punto de saber qué queremos realizar, lo que queda es buscar quien va a llevar adelante los trabajos. Contratar un profesional o una constructora es una tarea que demanda atención y paciencia. Y no se trata solo de saber cuánto cuesta reformar una casa, sino que lo aconsejable es tomar en cuenta la experiencia de quien realizará los trabajos, los plazos de finalización y la garantía en caso que ocurran desperfectos posteriores.
Un segundo consejo que podemos dar es firmar un contrato de obra, adjuntando el presupuesto con los costos de la mano de obra. Si es posible, requerir que las personas que vayan a realizar los trabajos contraten un seguro por cualquier accidente o eventualidad que pueda surgir.
3. Cuánto cuesta reformar una casa
Establecer de manera definitiva cuánto cuesta reformar una casa es una tarea que puede ser desgastante y hasta hay ocasiones en que todo parece imposible de realizar. En principio, debemos saber hasta dónde llega la reforma que queremos hacer, es decir, si será parcial o integral. Una reforma parcial abarca desde la renovación de espacios y ambientes, hasta el cambio de ventanales, pisos, pinturas y luces.
Renovar un baño de 4 metros cuadrados, con sus revestimientos, fontanería y sanitarios, puede tener un costo de 3.500 euros. En cuanto a la renovación de una cocina de 8 metros cuadrados, sin contar los muebles, tiene un valor estimado de 7.000 euros. Renovar los ventanales con materiales que mejoran la aislación térmica tiene un costo de 1.500 euros.
En cuanto a la pintura, el valor estimado para una vivienda de 100 metros cuadrados es de unos 800 euros, aunque si se trata de detalles o pinturas especiales, dicho valor puede duplicarse. Por último, el cambio de suelo varía bastante en función de materiales y calidad. Por ejemplo, el piso porcelánico oscila entre los 10 y los 40 euros el metro cuadrado. Mientras que el parquet se encuentra entre los 30 y los 80 euros el metro cuadrado. A esto se debe sumar la mano de obra, entre 10 y 25 euros el metro cuadrado.
Cabe aclarar que este tipo de tareas no revisten mayores inconvenientes, por lo que no es necesario tramitar algún permiso. Un tercer consejo que te brindamos es informar de la remodelación a los vecinos, ya que se van a producir ruidos y va a haber obreros que entrarán y saldrán de la vivienda.
Ahora, si hablamos de una reforma integral, nos encontramos con otros costes. Para tener una dimensión de los valores incluidos en una reforma integral podemos mencionar que involucra la eliminación de revestimientos y tabiques, trabajos de albañilería y mampostería, como así también los trabajos de electricidad y fontanería. Además, las actuaciones abarcan los fondos y fachadas, sistemas de calefacción y aire acondicionado, entre otros trabajos más.
Todos estos costes, sumados a las licencias necesarias (desde 700 euros de acuerdo a la Comunidad), hacen un presupuesto final del orden de los 40.000 euros para la reforma de una casa de 80 metros cuadrados.
4. Costos, ayudas y financiamiento
Llegado a este punto, es necesario realizar un repaso sobre algunos aspectos del proyecto. Decíamos que lo primero es saber cuáles son nuestras necesidades para saber que se debe hacer. De ahí en más, lo que sigue es conseguir un presupuesto para establecer cuánto cuesta reformar una casa.
En ese sentido, si bien el mercado tiene sus variaciones entre regiones o Comunidades Autónomas, se puede establecer un valor para la remodelación de una vivienda. El costo para una propiedad de 100 metros cuadrados, en promedio, se halla en torno a los 45.000 euros. En el caso de un inmueble de 120 metros cuadrados, el monto asciende a los 50.400 euros. En tanto que, para una vivienda de mayores dimensiones, como el caso de los 200 metros cuadrados, la reforma puede alcanzar los 100.000 euros.
Hay varias formas de acotar el presupuesto y lograr bajar los costos finales de una reforma. En principio, una planificación que aleje cualquier tipo de improvisaciones (que además suelen ser muy costosas). Otra manera es aprovechar los trabajos para realizar reformas que serán útiles a futuro. Por ejemplo, cambiar la instalación eléctrica o las ventanas, a fin de lograr un ahorro energético a futuro.
Un cuarto consejo es hacer una planificación detallada con cada uno de los trabajos y los costos, tanto de los materiales como de la mano de obra. Una simple planilla de Excel puede ser de gran ayuda para ordenar las tareas, mientras que los gráficos dan una mejor dimensión de los avances.
Hay ocasiones en que no se cuenta con el dinero suficiente para afrontar la reforma. En ese caso, se puede solicitar un préstamo. Y si el monto a solicitar es muy elevado, la opción podría ser una hipoteca. La ventaja de la hipoteca es que los intereses son menores, mientras que se opone el hecho de que los plazos de la amortización son mayores y que las condiciones de otorgamiento son más restrictivas que un préstamo al consumo.
La Administración del Gobierno Central y las Comunidades Autónomas tienen distintos tipos de ayuda para proyectos de refacción y reforma de viviendas, ya sean individuales o colectivas. Los Planes Renove son uno de ellos. La recomendación es informarse sobre los plazos y alcance de las distintas ayudas vigentes.
5. Licencias y variaciones por regiones
Realizar una reforma es una actividad que se encuentra regulada por las administraciones. Son los Ayuntamientos quienes se encargan de establecer la normativa y de otorgar las licencias.
Una licencia de obra varía de acuerdo al Ayuntamiento y el régimen de promociones que pueda tener. Pero, de manera general, la tasa se sitúa en torno al 3% del presupuesto total presentado ante las autoridades correspondientes.
Un quinto consejo que podemos dar es informarse sobre los requisitos para la concesión de una licencia de obra, pues de ello dependen todos los trabajos que se deben realizar. Solo debes realizar operaciones comerciales y tomar compromiso a partir de tener la seguridad de contar con la autorización.
Por supuesto que hay variaciones entre las regiones y Comunidades en los costos por reformar una casa. Y no solo en cuanto a los impuestos y licencias, sino también en la mano de obra y los materiales. Y son mayores cuanto más grande es el presupuesto de reforma.
Si la vivienda se halla en grandes ciudades, el costo de la mano de obra puede variar en un 20% más que en la periferia. En cuanto a los materiales, es a la inversa, pues las grandes naves y fábricas se encuentran en la afueras, por lo que el costo de traslado es sensiblemente menor.
Por último, si te parece que los plazos están por fuera de la media, debes saber que para la reforma profunda de una vivienda de unos 100 metros cuadrados el tiempo de obra puede estar entre los tres y cuatro meses de demora.
6. Últimas consideraciones sobre cuánto cuesta reformar una casa
Hasta aquí hemos dado un panorama sobre lo que representa la reforma de una propiedad. Vimos cómo un presupuesto puede variar de acuerdo a los materiales, trabajos que se deben realizar y la zona en que se encuentra.
También nos detuvimos en los precios actuales en el mercado de materiales y en los costos de la mano de obra que tienen los distintos trabajos. Y cómo introducir cambios y reformas que van a permitir el posterior ahorro energético.
Además, te brindamos unos consejos para mejorar el proyecto, desde un simple listado con prioridades, hasta preparar un contrato con el profesional a cargo y el conocimiento de las normativas y requisitos necesarios para la aprobación de un proyecto.
Saber cuánto cuesta reformar una casa no es tan simple. Pero ahora ya tienes muchas más herramientas e información para tomar la mejor decisión posible.
Luego de leer este artículo, nos interesaría mucho conocer tu opinión acerca de cuánto cuesta reformar una casa. Puedes compartirla con nosotros desde la sección “Comentarios” de nuestro Blog.
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