En Barcelona, los hoteles se ven ante una baja de un 51% en sus tarifas. Esto se debe a la escasez de clientes. A pesar de los cierres (uno de cada tres hoteles) debidos, por supuesto, a la crisis ocasionada por el coronavirus, no se logra una mejoría en la situación.
La pandemia del coronavirus a representado una amenaza para múltiples sectores. Los terribles estragos generados en la economía debido esta pandemia, han dejado su huella en todos los rubros. Pero ha sido aún mas grave en aquellos que están ligados al turismo, como lo es la industria hotelera.
Debido a la pandemia del coronavirus, los viajes fueron cancelados, esto generó en consecuencia una fuerte baja de clientes en todos los hoteles. En el mes de julio han abierto menos de un tercio de los hoteles en Barcelona. Esto no generó una mejora en la ocupación y la obtención de un mínimo de ingresos. Los hoteles han iniciado una feroz competencia de precios, lo que ocasionó una baja del 51% en las tarifas. Gracias a estos descuentos, una habitación ronda hoy los 79 euros aproximadamente.
En Barcelona, la temporada turística es muy importante, a Cataluña llagaban 20 millones de turistas por año. La pandemia ha generado una impresionante baja de este número de turistas. Esta restricción ha generado también, la reducción de los clientes de negocios que ahora tampoco viajan.
Se denunció, por parte del Gremio de Hoteles de Barcelona, la drástica caída de la actividad turística, que llegó al 10% de lo antes acostumbrado. Esto es doblemente preocupante, debido a que no solo está en riesgo la continuidad de muchos hoteles en Barcelona, sino también la de los puestos de trabajo asociados.
Con el aumento de los casos de Covid-19 las pocas reservas que haya desaparecerán.
¿Cómo han variado las cifras?
El año pasado, en Barcelona se encontraban abiertos 431 hoteles de los cuales solo quedaron 117. Esta reducción de oferta, que tuvo por objetivo la disminución de costos fijos, no generó una ocupación admisible para los hoteles en Barcelona que siguieron funcionando.
La ocupación media en julio fue de un 29.6%. También, aunque parezca extraño, los hoteles de cinco estrellas poseen porcentajes más elevados. Estos presentaron un 45,81%, si bien hace un año era del 86%, no deja de ser superior al de las demás categorías. Este hecho puede tener varias explicaciones:
-Las clases altas sostienen un gasto más elevado.
-Los clientes de menor poder adquisitivo, apostaron por hacer turismo urbano y pudieron acceder a los hoteles de cinco estrellas debido al descuento de las tarifas que ha sido aplicado durante la pandemia.
– Si bien han cerrado hoteles en Barcelona, algunos de ellos optaron por no sacarlo de los buscadores de internet, de esta manera no pierden posicionamiento. En el momento en que alguien contrata una habitación, luego se le ofrece una habitación en un hotel de mayor categoría de la misma compañía que si este abierto.
¿Cuánto durará esta situación?
Se pronostica que, estas circunstancias se mantendrán como mínimo hasta diciembre. Otro golpe para los hoteles fue la cancelación del Mobile World Congress. Desde que se celebra este evento, presenta para los hoteleros una oportunidad de ocupación plena por una semana y tarifas más altas de lo común. Actualmente, habría representado solo un pequeño respiro.
Claramente, no se espera una mejoría de la situación en los próximos meses. Además, que hayan finalizado las ayudas como los ERTE o las medidas extraordinarias para el pago de alquileres evidentemente pone en riesgo, a corto y medio plazo, la posibilidad de subsistir de muchos hoteles y, por ende, el mantenimiento de sus puestos de trabajo.
¿Cuál es el reclamo de los hoteleros?
El Gremio de Hoteles de Barcelona ha advertido que el sector atraviesa una situación insostenible luego de pasar seis meses sin actividad a causa de la pandemia del coronavirus. El sector reclama un Plan de Rescate con aportaciones a los hoteles que no les genere más deuda, con la aplicación de medidas que tengan una dimensión, en cuanto a recursos, superior a las que han tenido hasta el momento. También, piden recuperar los ERTE al menos hasta Semana Santa de 2021 y, que se revise lo que están pagando los hoteleros en términos de impuestos, hipotecas y alquileres, como ya han hecho otros países. Ninguna Administración Pública ha ajustado su política impositiva, aunque la actividad turística sea casi nula, dejando al sector desamparado ante el descenso de ingresos.
Esta mezcla de baja ocupación y tarifas exageradamente reducidas ha generado que las rentabilidades hoteleras lleguen a mínimos históricos. El parámetro para medir el ingreso por habitación disponible (RevPAR) ha descendido un 84% en solo un año. Es esta claramente, la causa por la cual los hoteleros reclaman.
Además, el gremio reclama la necesidad de sostener una comunicación más exacta, continua, constructiva y pedagógica, que evite la circulación de mensajes de alarma hacia la opinión pública, local, nacional e internacional.
Debido a esto, la organización pide la extensión y flexibilización de estas medidas a largo plazo. Por lo menos, hasta que la situación se encuentre más estable y habilite una vuelta al curso normal de su labor.
¿Cómo podría solucionarse este problema mientras dure la pandemia?
Una posible solución a este problema, que ya se ha aplicado en otros lugares, es la transformación del uso de los hoteles. Muchos se reinventaron como espacios de oficina. Esta estrategia podría generar un 20 % de incremento en los ingresos de los operadores hoteleros. Los hoteles pueden propiciar un espacio con salones adaptables y tecnología.
Esta tendencia se está promoviendo cada vez más en los hoteles urbanos y sería una buena opción para los hoteles en Barcelona. Se trata de la unión de espacios flexibles de trabajo y alojamientos para usos en el corto plazo. El hotel híbrido brindaría oficinas que pueden usarse por horas o días. Por el momento, este tipo de renta cuenta con una oferta reducida, pero con un requerimiento en crecimiento.
De esta forma, si los hoteles en Barcelona además de ofrecer sus servicios habituales, suman el de un espacio de trabajo, podrán mejorar las áreas de escaso rendimiento. Además, por supuesto, sería una opción para generar ingresos ante la crisis en la que se encuentra inmersa la industria hotelera debido a la pandemia.
Para esto, el hotel que opte por transformar su uso, deberá cumplir con algunos requisitos:
-Poseer una infraestructura y equipamiento tecnológico.
-Contar con mobiliario y espacios que puedan convertir rápidamente un salón en una oficina.
-Tener recintos aptos para el trabajo compartido: salas de reuniones, espacios flexibles en áreas comunes y sectores habilitados para el coworking.
–Ofrecer un servicio de comidas y bebidas, adecuados para eventos reducidos.