Corren malos tiempos para los tradicionales productos de ahorro. Y es que cuentas y depósitos bancarios caen a la cola de la rentabilidad.
En un momento de máxima rentabilidad inmobiliaria, aún hay ahorradores que guardan su dinero en el banco.
De hecho, mientras muchos depósitos bancarios apenas ofrecen beneficios la inversión inmobiliaria renta mes a mes. Por compra de viviendas (6,3%), de oficinas (7,6%), de locales comerciales (8,5%) e incluso de garajes (6,1%).
Una circunstancia que parece pasar desapercibida para muchos pequeños inversores que optan por depósitos pagados a un tipo medio del 0,10% o cuentas de ahorro que remuneran al 0,05%.
¡Productos que hoy por hoy hacen perder poder adquisitivo!
¿Qué ofrecen los depósitos bancarios?
Un año después de que Mario Draghi, presidentes del BCE, decidiese bajar los tipos de referencia al 0%, las consecuencias se dejan sentir en los bolsillos de muchos ahorradores.
De hecho, desde comienzos de 2016, los depósitos ofertados por la banca española han ido perdiendo rentabilidad en el ahorro. Acercándose cada vez más al cero.
Según los ‘Datos de depósitos‘, elaborados por el Banco de España, los depósitos contratados por las familias españolas han pagado un tipo medio del 0.10% TAE. El doble que las cuentas bancarias que conceden un 0,05% de interés.
Por ello, no es casualidad que el dinero depositado en España haya caído de los 766,100 millones de euros a los 765.600 millones entre enero y febrero de 2017. Un total de 500 millones menos, o quizás mejor invertidos.
Un ejemplo práctico de ‘ahorro’
En las actuales circunstancias, y con depósitos bancarios tan poco rentables, el banco no da prácticamente nada.
Si somos un ahorrador con 10.000 euros en un deposito a un tipo fijo del 0,10%, después de todo un año apenas tendremos un beneficio bruto de 10 euros.
Cantidad que, tras la retención, deja una plusvalía de 8,10 euros anuales. O, dicho de otra manera, renunciar a una buena rentabilidad a cambio de un poco de seguridad.
¿Cuánto se puede llegar a perder?
El perfil conservador de muchos ahorradores les ha llevado a recurrir a los depósitos bancarios, creyendo que este producto no puede incurrir en pérdidas.
Sin embargo, de confirmarse las previsiones del Banco de España para 2017, la inflación española llegará al 1,6%. Y con ella, la rentabilidad prometida por los depósitos a plazo fijo quedará reducida a una rentabilidad real.
De tal manera que el ahorrador medio, al que se le ofrece un 0.10%, tendrá una pérdida del 1,5% una vez restada la inflación. Perdiendo así parte de su poder adquisitivo.
Un perjuicio que no solo afecta a los depósitos bancarios y que obligará a estudiar comisiones y rendimientos a muchos pequeños inversores.
O mejor aún, a optar por productos rentables como la inversión inmobiliaria.