Un año después del referéndum y oficializado el Brexit, la situación empieza a complicarse entre profesionales, empresas y grandes fortunas británicas.
Jubilados británicos que residen en la costa española o francesa y expatriados repartidos por media Europa pueden tener problemas para seguir gestionando su fortuna personal desde el Reino Unido.
‘Brexit significa Brexit‘, defendió recientemente Theresa May. Palabras que no han tranquilizado precisamente a los especialistas británicos en gestión de patrimonios. Dejando claro que algo tendrá de cambiar, aunque muchos se nieguen a reconocerlo.
La pérdida del pasaporte europeo podría hacer perder hasta una cuarta parte del volumen de negocio en gestión de patrimonios.
Aunque, paralelamente, también abre la puerta a que muchos británicos piensen en solicitar otra nacionalidad o que capitales europeas aprovechen esta oportunidad de negocio.
El patrimonio de los británicos
Uno de las grandes preguntas tras el Brexit está en saber si los gestores patrimoniales del Reino Unido dejarán de operar con clientes que residan en la UE o asumirán el sobrecoste de las operaciones para conservarlos.
La pérdida del pasaporte europeo conlleva perder el derecho para comprar y vender productos en el mercado único. Una situación que puede provocar la perdida de millones de libras.
Según datos de Wealth-X, sólo el 3,5% de los gestores de patrimonios con clientes en la UE se plantean crear un nuevo negocio en Europa para seguir dando servicio en el continente. Mientras que otro 38% aseguraba que seguiría llevado a cabo operaciones en la UE como hasta ahora.
Actualmente, cerca del 55% de los gestores con clientes en la UE afirman estar esperando más información antes de tomar una decisión. A pesar de que el tiempo ha empezado a correr y grandes fortunas están en juego.
Gran oportunidad empresarial
Mientras el futuro de los administradores patrimoniales está en juego, bancos, aseguradoras y empresas de gestión de activos radicados en el Reino Unido aseguran que seguirán operando con total normalidad.
Lo cierto es que cada vez son más las entidades que han abierto oficinas en Luxemburgo a Dublin. Sin esperar a que se confirme un Brexit duro o blando.
Aunque, ¿quién dice que Madrid o Barcelona no podrían competir en esta puja?
Lo cierto es diversos expertos del sector inmobiliario prefieren ser cautos. Ismael Clemente (Merlin Properties), por ejemplo, rebaja expectativas frente a capitales como Frankfurt y París. Esperando una llegada de cerca del 5% de la inversión a raíz del Brexit.
Mientras que Pere Viñolas (Colonial) apuesta más por la especialización. Viendo con potencial en biotecnología a Barcelona (candidata a la Agencia Europa del Medicamento) y entre las aseguradoras a Madrid.
Pedir nacionalidad tras el Brexit
Más allá de grandes patrimonios y empresas, los profesionales británicos no quieren renunciar a los derechos como europeos.
Según la oficina alemana de estadísticas (Statista), la cantidad de ciudadanos del Reino Unido que ha pedido adquirir la ciudadanía alemana se ha incrementado en un 360% interanual.
Los 622 solicitantes del año 2015 pasaron a ser 2.865 en 2016, ante la posible pérdida de la igualdad de derechos para los expatriados de la UE en Gran Bretaña.
La posibilidad que esta restricción de derechos afectase también a los ciudadanos británicos que residan en la UE ha provocado un efecto sin precedentes.
Fuentes: ‘Is your wealth manager prepared for Brexit?‘ Financial Times
‘Brexit Prompts Brits to Turn German‘. Statista