Organizado por el Instituto Francés para el Rendimiento de la Construcción, el concurso busca que los edificios mejoren su eficiencia energética en 12 meses. Cómo participar. 

El Instituto Francés para el Rendimiento de la Construcción (IFPEB) lanzó una nueva edición de CUBE, el concurso que invita a edificios de toda la Unión Europea a mejorar su eficiencia energética en un año. 

La iniciativa busca ayudar a los usuarios de edificios terciarios o viviendas colectivas a reducir eficazmente su consumo a través de un divertido certamen que premia a aquellos que alcancen los objetivos.

Así, a lo largo de 12 meses, los candidatos deberán lograr un ahorro energético en relación con un consumo de referencia determinado a partir del consumo de años anteriores. 

“Para ello, los ocupantes podrán mejorar su funcionamiento, poner en marcha acciones técnicas ligeras y realizar eco-acciones (por ejemplo: una mejor gestión de la energía según los usos reales)”, explica el Instituto.

El ahorro energético observado a partir de las facturas energéticas mensuales declaradas por los edificios candidatos dará lugar a un ranking mensual por categorías de competición. Luego, a un ranking final.

Los edificios competidores también serán premiados con medallas según la consecución de umbrales absolutos de ahorro energético:

  • Platino: más del 25 % de ahorro de energía.
  • Oro: ahorros del 20 al 25 %.
  • Plata: ahorros del 15 al 20 %
  • Bronce: ahorro del 10 al 15 %.

En años anteriores, los contendientes de CUBE han recortado sus facturas anuales de energía en un promedio del 15 %. Los ganadores, en más del 40 %.

Eficiencia energética de edificios: ¿de qué depende?

eficiencia energética edificios

La eficiencia energética de los edificios depende de tres factores: 

  • La calidad de la construcción.
  • La calidad del funcionamiento técnico.
  • El uso que hacen del mismo los ocupantes. 

Según el IFBEP, si bien es fácil trabajar los dos primeros factores, que son esencialmente técnicos, es más complicado lograr cambios en el factor humano; es decir, formar a los ocupantes en un uso responsable.

Algunas medidas tanto técnicas como de comportamiento que se han fomentado durante las ediciones anteriores para optimizar el uso de la energía fueron: 

  • Apagar la calefacción o iluminación en áreas innecesarias, eliminando las cafeteras individuales que consumen mucha energía en favor de un “rincón del café”.
  • Adquirir un sistema de gestión de edificios (BMS).
  • Reemplazar bombillas convencionales por bombillas LED.
  • Reparar o reemplazar elementos disfuncionales, como una puerta mal sellada.
  • Introducir sensores de presencia, temporizadores de iluminación y programación de temperaturas y ventilación.

Cómo participar de CUBE

La próxima competición comenzará en octubre de 2021 y las inscripciones ya están abiertas. Los interesados deben completar un formulario en la web y seguir los pasos indicados en la misma.

Los participantes pueden ser propietarios o inquilinos, públicos o privados, y los edificios deben estar ocupados.

Hasta un 57 % de ahorro energético en un año

A lo largo de los años, han participado más de 1.459 edificios en España, Francia, Polonia, Italia, Portugal, Bélgica, Reino Unido, Senegal, Marruecos y otros países.

Con un ahorro medio de energía del 15 % en un año (el récord es de 57,4 %), la competencia ha demostrado, edición tras edición, que ofrece resultados tangibles.

En un momento en que la Unión Europea está considerando aplicar una reducción del 55 % en las emisiones de gases de efecto invernadero de los edificios para 2030, es una propuesta interesante para el área de la edificación. 

¿Qué es la eficiencia energética y cómo implementarla en el hogar?

La eficiencia energética hace referencia al conjunto de acciones que permiten optimizar la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos y servicios finales que se obtienen.

Esto se logra a través de la implementación de mejores hábitos de consumo e inversiones a nivel tecnológico. Por ejemplo, una casa con aislamiento térmico adecuado permitirá que sus habitantes prescindan de calefacción o del aire acondicionado, salvo en situaciones excepcionales.

Según la Agencia Internacional de Energía, aplicar la eficiencia energética en los procesos industriales, el transporte y los hogares podría reducir las necesidades de consumo en un tercio hacia el año 2050.

Para implementar esto en el hogar, existen algunos hábitos sencillos:

  • Usa lámparas LED: en España, sustituir una sola bombilla halógena por una LED te permitirá ahorrar 14 euros anuales. 
  • Aprovecha al máximo la luz natural: antes de presionar la perilla de la luz, abre tus ventanas, corre las cortinas y levanta las persianas. 
  • Elige electrodomésticos eficientes: todos los electrodomésticos traen una pegatina donde se indica su nivel de eficiencia energética. La clasificación va de la “A” a la “G”, siendo la primera la categoría más eficiente.
  • Apaga las luces cuando no las necesites.
  • Desconecta los artefactos que no estén en uso.
  • Asegúrate de que las puertas de la nevera sellen bien.
  • Limpia los filtros de tus aspiradoras o de tus aires acondicionados.

Eficiencia energética en edificios

Las ciudades del mundo crecen rápidamente. Y al impacto contaminante de la construcción se le suma el mantenimiento y el uso de esas edificaciones, que generan un gasto prácticamente constante de energía que aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero.

El sector de la construcción europeo es el mayor consumidor energético en la UE y tiene un gran potencial para aumentar la eficiencia energética.

En este marco, se han acordado nuevas normas para el rendimiento de la directiva de edificios con el objetivo de ayudar a abordar estos problemas, crear oportunidades económicas en la industria de la construcción y aliviar la pobreza energética. 

Algunas de las políticas que los estados miembro actualmente llevan a cabo para alcanzar estos objetivos son: 

  • Un camino hacia edificios de bajas y cero emisiones hacia el 2050 mediante la implementación de hojas de ruta para descarbonizar.
  • Edificios más inteligentes, fomentando una mayor automatización y sistemas de control.
  • Apoyo al despliegue de infraestructura de movilidad eléctrica, como puntos de recarga.
  • Financiación pública y privada e inversión para actividades de renovación de edificios.

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