Más del 50% de la adquisición de bienes inmuebles en España se financia actualmente a través de un crédito hipotecario. A la hora de dirigirse a una entidad bancaria para solicitar uno, es muy probable encontrarse con que la empresa exige algunas garantías que le permitan resguardarse antes de concederlo. ¿En qué consiste el aval que los bancos suelen pedir a los solicitantes antes de otorgarles una hipoteca para comprar vivienda? ¿Cuándo suelen solicitarlo y en qué casos es posible evitarlo? ¿Quién puede convertirse en avalista y cuáles son sus responsabilidades? ¿Es posible utilizar otro inmueble como aval de una hipoteca? En este artículo respondemos todas estas preguntas.
Tener que aportar un aval o no para conseguir una hipoteca y destinarla a comprar una vivienda depende de diversos factores. Principalmente, tendrá que ver con el nivel de ingresos y la estabilidad del empleo del solicitante. A partir de ahí, puede elegir a un tercero para que asuma el rol de avalista o presentar un bien inmueble para que funciones como garantía.
A continuación te contamos todo lo que debes saber sobre el aval que los bancos suelen pedir antes de otorgar una hipoteca para comprar vivienda. ¡Sigue leyendo para enterarte!
En este artículo encontrarás:
¿En qué consiste el aval que los bancos suelen pedir antes de otorgar una hipoteca para comprar vivienda?
Un aval es un contrato a través del cual una persona, ya sea física o jurídica, garantiza el cumplimiento del pago de una deuda emitida por una tercera persona. De esta manera, en caso de impago, el avalista deberá hacerse cargo de la deuda y asumir el pago.
Cuando se trata de un crédito hipotecario, el avalista asumirá la deuda contraída con el banco en caso de impago por parte de la persona que lo solicitó para comprar una vivienda. A continuación veremos todos los aspectos importantes sobre el aval que los bancos suelen pedir antes de otorgar una hipoteca para comprar vivienda.
¿Cuándo suelen solicitar los bancos un aval antes de conceder una hipoteca para comprar vivienda?
En general, los bancos suelen solicitar un aval cuando el solicitante de una hipoteca no cuenta con un perfil suficientemente seguro. Es decir, cuando la persona que solicita el préstamo no ofrece garantías que le aseguren a la entidad que podrá devolver la totalidad del dinero prestado junto con los intereses correspondientes.
Las entidades de crédito suelen solicitar un aval antes de conceder una hipoteca cuando el solicitante:
- No posee un contrato laboral fijo.
- Su salario es bajo.
- No cuenta con ingresos estables y regulares (suele ocurrir en el caso de algunos autónomos).
- Cuenta con una edad avanzada.
- La cuota de la hipoteca significa más del 40% de sus ingresos.
- La hipoteca supera el 80% del precio de la vivienda que desea adquirir.
Cabe mencionar que cada banco puede contar con requisitos diferentes para la concesión de hipotecas, por lo cual las condiciones pueden variar de una entidad a otra. En este sentido, es recomendable comparar entre varias de ellas antes de presentar la solicitud del préstamo.
¿Qué requisitos se deben cumplir para evitar el aval?
Teniendo en cuenta lo anterior, podemos asegurar que la única manera de evitar la presentación de un aval al solicitar una hipoteca es convencer al banco de nuestra solvencia. Ya vimos cuáles son las razones por las cuales las entidades de crédito suelen pedir esta garantía antes de conceder el préstamo, ahora veamos en detalle qué factores podrían permitirnos evitarlo:
Nivel de ingresos lo suficientemente elevado
El más importante de los factores es el nivel de ingresos del solicitante. Si cuenta con una entrada de dinero lo suficientemente elevada, es muy probable que el banco no le solicite un aval para concederle la hipoteca. Sin embargo, esto depende del empleo que posea, punto en el que nos centraremos más adelante. Una buena estrategia para conseguir el crédito sin aportar un aval es solicitarlo después de un aumento de sueldo.
Empleo estable
En conjunto con el nivel de ingresos, los bancos suelen tener en cuenta la estabilidad del empleo del solicitante para pedirle un aval o no. Aunque posea un nivel elevado de ingresos, si no se mantienen a lo largo del tiempo, no serán suficiente garantía para el banco.
Llevar muchos años en un mismo empleo, contar con un contrato fijo, suelen ser los factores que contribuyen para evitar el aval. En el caso de los trabajadores autónomos, contar con un alta en el régimen de autónomos de manera estable y sostenida en el tiempo también pueden ser de ayuda para prescindir de esta garantía al solicitar una hipoteca.
Edad ideal
La edad del solicitante es el siguiente de los factores que influyen en la necesidad de aportar un aval o no. ¿Cuál es la mejor edad para pedir una hipoteca? Podemos afirmar que entre los 35 y los 45 años, ya que es dentro de esa franja etaria que los bancos suelen exigir menos esta garantía para conceder una hipoteca.
Por el contrario, si el solicitante es menor de 35 años o si cuenta con una edad avanzada, es casi seguro que la entidad bancaria le solicitará un aval para concederle la hipoteca.
Bajo importe del préstamo
Otro elemento que puede ser decisivo a la hora de necesitar un aval o no es el importe del crédito hipotecario solicitado. Mientras más grande sea el capital que preste el banco, mayor será el riesgo de impago que correrá, por lo tanto, mayor será la probabilidad de que exija un aval al solicitante. Por el contrario, cuando se trate de un préstamo por un capital pequeño, al haber menos riesgo de impago, es más probable que el banco lo otorgue sin pedir un avalista.
Larga relación con el banco
Por último, otro de los factores que pueden influir en la solicitud o no del aval es el nivel de vinculación que el solicitante tiene con el banco. Por ejemplo, si la persona pide una hipoteca a un banco con el cual tiene una larga relación, en donde posee otros productos contratados hace tiempo, es más probable que la entidad no le solicite un aval para otorgarle la hipoteca.
¿Quién puede aportar un aval para una hipoteca?
Para que una persona pueda convertirse en avalista de una hipoteca, los bancos suelen exigirle requisitos similares a los que fija para los solicitantes. Por lo general, las condiciones con las que deben cumplir las personas físicas que quieran convertirse en avalistas son los siguientes:
- Ser mayor de 18 años.
- Contar con una situación económica estable y solvente.
- Poseer un patrimonio suficiente para que la entidad bancaria se asegure de que podrá cubrir el pago de la deuda hipotecaria en caso de impago.
- No tener deudas pendientes ni aparecer en listados de morosidad.
Si bien cualquier persona puede actuar como avalista de una hipoteca, siempre y cuando cumpla con los requisitos mencionados, cabe mencionar que, en la mayoría de los casos, suelen ser los padres de los solicitantes quienes se ofrecen. Esto se debe, principalmente, a que suelen ser las personas más cercanas a los hipotecados y que cuentan con capital suficiente para asumir este rol. Ocurre, principalmente, en los casos de menores de 35, a quienes los bancos suelen pedir un aval sin excepción para conseguir este tipo de crédito.
¿Qué responsabilidades implica convertirse en avalista de una hipoteca?
Como mencionamos previamente, la principal responsabilidad del avalista de una hipoteca es responder ante un impago de la deuda que aceptó avalar. De esta manera, si se produce el incumplimiento, la persona tendrá obligación de hacerse cargo del capital que el banco prestó al hipotecado pero también de los intereses que ha generado esa suma, como comisiones, recargos, etc. Para ser claros, el avalista responde por el total de la hipoteca y cuenta con la responsabilidad de afrontar la deuda con la totalidad de su patrimonio.
No obstante, es importante aclarar que existe la posibilidad de limitar la responsabilidad del avalista de una hipoteca. Para ello se debe estipular tal limitación en el contrato que se firme por el préstamo hipotecario.
Se debe tener en cuenta, igualmente, que las entidades de crédito buscan precisamente, a través del aval, que la persona responda por completo en caso de que se produzca un impago de la hipoteca. Es probable, entonces, que si se intenta limitar las obligaciones del avalista, la hipoteca no sea concedida al solicitante. De todas maneras, siempre es válido negociar con las entidades y tener esta posibilidad en cuenta a la hora de comparar hipotecas, ya que algunos bancos pueden ser más flexibles que otros en este sentido.
¿Puede otra vivienda funcionar como aval de una hipoteca?
Sí. A la hora de solicitar un crédito hipotecario, si el banco pide un aval, es posible utilizar un inmueble de nuestra propiedad en vez de buscar a una persona que asuma el rol de avalista. Esto implica que, en caso de que se produzca un impago, el banco podrá recurrir al embargo de esta vivienda para cubrir el pago de la deuda.
¿Qué requisitos debe cumplir una vivienda para convertirse en aval de una hipoteca?
Es muy importante tener en cuenta que no cualquier inmueble es aceptado por las entidades bancarias para que funcione como aval de una hipoteca. A rasgos generales, las condiciones que debe cumplir una propiedad para cubrir esta garantía son las siguientes:
Debe estar libre de cargas
El inmueble elegido para funcionar como aval del crédito no puede estar sujeto a otra hipoteca. En caso de que en algún momento lo haya estado, pero la deuda se haya abonado en su totalidad, será necesario cancelarla en el Registro de la Propiedad.
Debe ser aceptada por el banco
Lo más habitual es que los inmuebles que se presentan como aval de una hipoteca sean viviendas, o sea, unidades de residencia. Estas son las propiedades que más seguridad ofrecen a los bancos. Por el contrario, si se quiere presentar otro tipo de inmueble para avalar un préstamo, como un terreno o un local comercial, es muy probable que la entidad no lo acepte.
El propietario debe aceptar que sea utilizada como aval
Si el propietario del inmueble también es el solicitante de la hipoteca, es probable que no tenga ningún problema en utilizarla como aval. Sin embargo, en caso de que la propiedad pertenezca a otra persona, es indispensable que la misma acepte y ponga su firma en el contrato.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de avalar una hipoteca con otra vivienda?
La principal ventaja de avalar un crédito hipotecario con otra vivienda es que facilita el acceso al mismo, ya que se trata de una garantía incomparable para el banco. Cuando se trata de una persona, la misma puede ser más o menos solvente, pero en el caso de los bienes inmuebles, es difícil que su valor descienda abruptamente.
Por otra lado, la principal desventaja es que, en caso de producirse un impago, existe la posibilidad de perder la propiedad por un embargo. De esta manera, la vivienda se encuentra en riesgo de pasar en algún momento a manos del banco.
¿En qué casos puede ser útil avalar una hipoteca con otra vivienda?
Los casos en los que es más frecuente que una persona elija avalar una hipoteca con otro bien inmueble son los siguientes:
- Quiere adquirir una segunda vivienda.
- Necesita dinero para abonar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD), por ejemplo, luego de recibir una herencia.
- Desea realizar una reforma integral de la nueva vivienda que va a hipotecar.
De esta manera, podemos concluir que avalar una hipoteca con otra vivienda es una opción que suele elegirse cuando se requiere de financiación, no sólo para adquirir el inmueble en cuestión, sino también por razones externas.
Sin embargo, como hemos visto, aunque se trata de una manera fácil y efectiva de avalar un crédito hipotecario, también implica un riesgo alto en caso de impago. Por esta razón, se trata de una opción que debe analizarse detenidamente antes de tomar la decisión.
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