A través de diferentes artículos, solemos subrayar y detenernos en lo vital que implica aprender a escuchar al cliente inmobiliario. Guiarlo desde el comienzo hasta el final de la diligencia y mantenerlo alejado de los eventuales problemas que puedan presentarse. Los conflictos como productos de tentativas de fraude a los que este debería enfrentarse si se encontrara desprevenido, suelen ser motivo traumático para los asesores en bienes raíces novatos. A pesar de ser conocidos tanto por los agentes inmobiliarios como por la clientela, los estafadores siguen cobrándose víctimas, año tras año. En este artículo de Oi Real Estate, repasaremos cómo prevenir fraudes inmobiliarios y alertar a nuestros clientes para aprender a evitar estafas. Te invitamos a continar leyendo hasta el final para conocer mucho más. ¿Nos acompañas?
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Estafadores habilidosos o clientes distraídos
A menudo te encuentras con clientes que, antes de contratar tus servicios como agente inmobiliario, buscan asesoría de base a los conocimientos que dejas entrever durante la primera entrevista. Hay decenas de consejos para ofrecerle a un cliente desconocedor del mundo de la compra venta de inmuebles. Entre ellos, los referidos a aprender a evitar estafas inmobiliarias de todo tipo.
No consideres estas preliminares conversaciones con el potencial cliente como una pérdida de tiempo. Por el contrario, un interesado ya alertado en vender o alquilar su unidad suele decidirse por contratar un asesor en bienes raíces que lo libere de peligros que en definitiva desconoce. Demostrar que conoces el campo en el que te mueves a diario puede ser clave para un futuro vínculo en base a la confianza.
Primeras verificaciones a tener en cuenta
Existen muchas verificaciones que deben ser tenidas en cuenta, al momento mismo de comenzar una búsqueda inmobiliaria. Advierte al probable cliente interesado en comprar un inmueble sobre la correcta verificación en las regulaciones certificadas de una propiedad. Certificados de calidad energética faltantes, que comprueban la habitabilidad de una propiedad, así como actas de sucesión de escrituras desactualizadas, pueden ralentizar un trámite de compra venta mucho más allá de lo deseado o lo calculado por el cliente.
Esto no implica necesariamente una estafa. Pero, aunque suene antipático, es preciso detectar si un propietario se encuentra debidamente autorizado para vender su inmueble dentro del marco regulatorio legal pertinente. Siempre recuerda que las regulaciones en materia inmobiliaria suelen tener significativas variaciones entre regiones cercanas, incluso linderas.
Revisar las escrituras al detalle
Las escrituras de una propiedad a la venta u ofrecidas en alquiler deben cumplir con una serie de requisitos. Entre los básicos y elementales, está el asegurarse de que la unidad concuerde fielmente a la identidad del vendedor y que éste coincida plenamente a la ofrecida al instante mismo de la concreción del contrato. La concordancia entre la identidad que figura en la escritura y la identificación al día del vendedor debe ser absoluta, transparente y libre de toda sospecha.
Cómo prevenir fraudes inmobiliarios
Es muy corriente que los peligros de fraude se oculten detrás de sucesos que el interesado en comprar o alquilar da por ciertos. De hecho, un fraude se trata de eso. Pero a veces, las estafas más elementales, logran engañar al más cultivado de los clientes. Entre las ventajas y facilidades que ofrecen las plataformas digitales, están las de poder publicar una propiedad sin pedir demasiadas pruebas de identidad al sujeto que oferta. De esta forma, cualquiera puede publicar cualquier cosa.
Asegurarse fehacientemente de que una propiedad en oferta existe, ya sea para su venta o alquiler temporal en sitios turísticos, es lo primero a lo que debe avocarse un cliente en búsqueda. Este tipo de fraudes es mucho más común de lo que parece, y concierne también al punto anterior. Alerta al cliente sobre lo fundamental de identificar a quien está ofreciendo una oferta digital y de que pueda comprobarse la conexión entre esa propiedad publicada y una persona real.
Reservas de unidades fantasmas
Otro de los fraudes más corrientes y que nunca han pasado de moda, son los de pedidos de anticipos para “reservar” una propiedad, sin ofrecer ninguna garantía. Incluso accediendo a conocer personalmente al eventual ofertante, un cliente desprevenido podrá caer en la tentación de reservar una vivienda sin pedir una garantía oficial y entregando sumas considerables de dinero por ello.
Los más frecuentes casos de estafa son propiciados por los sujetos más simpáticos del mundo. El cliente, en su buena fe, no puede concebir un fraude así. Lo cierto es que hay quienes se dedican a esta tarea en lo cotidiano, que funciona si -y solo si- tienen del otro lado una persona que confíe en ellos. Como agente inmobiliario, sabes que en un negocio donde se realizan movimientos millonarios y en el que está en juego el sitio donde vivirá una persona y su familia, poco importa si el ofertante aparenta ser un hombre de confianza o un profesional instruido.
Lo único que importa a cada paso en el negocio inmobiliario, son las garantías legales y reguladas. Tú sabes cuáles son. Hazle por tanto saber a tu eventual cliente, que no está obligado a conocerlas y que es parte de tu trabajo.
¿Qué tanto conoces al interesado en comprar?
Cuando hablamos de conocer a aquel con quien estamos cerrando una diligencia de estas características, hablamos de chequear firmemente de quién se trata. Una vez que se ubica al ofertante como “persona real”, el cliente debe asegurarse de que lo sea también en el ámbito legal y económico. ¿Puede recibir transacciones? ¿Puede hacerlas? ¿Cuáles son sus ingresos promedio? ¿Cae sobre él algún tipo de embargo? Conocer sus aptitudes jurídicas es primordial para llevar adelante una negociación transparente.
Puede que el cliente encuentre muy barata una propiedad a la venta, y que esto lo motive a encarar esa irresistible oferta. Revisando los precios regionales, se debe siempre desconfiar de un excesivo bajo coste. Esto es algo que tú, como asesor en bienes raíces, conoces a la perfección: el estado actual del mercado. Aprender a evitar estafas inmobiliarias, implica también estar al día acerca de los movimientos promedio del negocio. Es otra ventaja que tienes sobre el cliente y este lo notará enseguida.
Impuestos y servicios al día
Por último, muchos no consideran un fraude el enterarse luego de haber adquirido una propiedad, que esta es una gran deudora de impuestos y servicios. Sin embargo, lo es. A la hora de comprar una vivienda, el cliente debe asegurarse de que todos y cada uno de los impuestos y servicios (como agua, u otros impuestos municipales según la región), estén al corriente.
En su defecto, debe enterarse antes de firmar cualquier contrato si la propiedad es deudora y en qué medida. ¿Por qué? Pues porque hay muchas zonas cuyas leyes obligan al “propietario actual” de una vivienda a estar al día y libre de deudas, y no así a saldarlas a quien vende. Son deudas que transcurren de propietario a propietario.
Como dijimos anteriormente, aprender a evitar estafas inmobiliarias es un capítulo de los más importantes en tu trabajo como asesor en bienes raíces. Ofrece estas charlas preventivas a tus potenciales clientes. Verás que, al momento de definir contratar tus servicios o no, este conocimiento jugará a tu favor. Hemos repasado cómo prevenir fraudes inmobiliarios. Si conoces otras técnicas o tips, te invitamos a compartirlas en la bandeja de comentarios.
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