En el siguiente artículo te contaremos paso a paso todo lo que debes saber para crear tu propia huerta. Tener tu huerto en casa te dará grandes satisfacciones y te aportará tus propias frutas y verduras, continúa leyendo para descubrir cómo crear un huerto en casa.
Este año, debido a la pandemia del COVID-19 y al hecho de vernos obligados a pasar más tiempo en casa, muchos hemos incursionado en el mundo culinario o en el cuidado del jardín. Tener una huerta en casa trae muchos beneficios, puedes obtener tus propias frutas y verduras, además, siempre es bueno estar en contacto con la naturaleza, aprender cuáles son sus ritmos y desocupar un poco la mente del tedio de nuestros trabajos. Sobre todo en estos tiempos de aislamiento en dónde tenemos más tiempo libre para ocupar en nuestros hogares, es bueno enfocarse en un proyecto que puedes compartir con toda tu familia. Aquí van una serie de consejos para que logres crear tu propio huerto en casa.
¿Cuáles son las ventajas de construir un huerto en casa?
Tener un huerto en casa va mucho más allá de la satisfacción personal que pueda generarte. Sus contribuciones son de diversos tipos, entre las que podemos mencionar:
Fomenta el consumo responsable, ya que al tener un huerto propio evitaremos comprar en los grandes supermercados, locales o tiendas en los que abundan productos elaborados sin ninguna medida cuidadosa con el medioambiente. Todo lo que logres cultivar en tu huerto será para tu consumo.
Entendemos mejor los ritmos de la naturaleza. Comprender la naturaleza es comprendernos a nosotros mismos y a las especies que nos rodean.
Nos brindan alimentos sanos y ecológicos, ya que no tendrán productos químicos o fertilizantes para su conservación o producción.
Ayuda a controlar el estrés y la ansiedad. Es una forma de reconectar con la naturaleza y de entretenerte de manera saludable.
¿Cómo empiezo a hacer mi huerto?
Pensar en que espacio lo ubicarás
Este es uno de los pasos determinantes, ya que la ubicación del huerto es muy importante, si se encuentra en un lugar inadecuado es muy probable que el proyecto fracase. Para determinar dónde ubicarlo debes tener en cuenta los siguientes puntos:
–Lugar soleado: necesitarás luz natural la mayor cantidad de horas que sean posibles al día. Ya que la mayoría de las especies necesitan un mínimo de seis horas diarias de sol, y lo ideal es orientarlo en dirección noreste, porque es la que más radiación solar recibe. Si bien no es necesario que la luz sea directa, si deberá recibir la cantidad necesaria para brindar lo suficiente a las plantas.
–Macetas: Cada cultivo tiene un volumen mínimo recomendado, por esto es que debemos decidir que maceta utilizar según el tipo de cultivo. Las plantas con raíces más superficiales, ejemplo de esto son el perejil o las verduras de hoja, no se extienden más de diez centímetros, mientras que los tomates o repollos tienen raíces más profundas. Pueden utilizarse recipientes como botellas plásticas, cajones, canteros de maderas, mesas de cultivo, entre otros. Las macetas o recipientes que elijas deben tener un buen drenaje.
–Drenaje: Es fundamental que el suelo tenga un buen sistema de drenaje y que canalice el agua sobrante hacia un desagüe. Si ubicas tu huerto en una galería o en un espacio interior (que sea luminoso claro) puedes instalar bandejas que recojan el agua de riego sobrante.
–Toma de agua cercana: Si bien no es imprescindible, si te resultará más cómodo a la hora de regar.
–Limpieza: el lugar dónde se encuentre el huerto se ensuciará con facilidad. Deberás tomar las medidas que necesarias para que esto no sea un inconveniente. Una forma de hacerlo es delimitar el espacio colindante con elementos decorativos.
Hay dos tipos de huerto, deberás optar por uno dependiendo del espacio que tengas en tu hogar:
–Horizontal: con macetas colocadas una al lado de otra, como si se tratara de plantas ornamentales o flores.
–Vertical: esta modalidad es interesante ya que ahorrarás espacio y te permitirá trabajar cómodamente. Puedes buscar una pared soleada para ubicar tu huerta sobre ella, en este caso es aconsejable sembrar verduras de hoja como lechuga, escarola, perejil, achicoria y acelga, y aromáticas herbáceas como tomillo, menta, orégano, salvia y melisa.
Es importante tener en cuenta que la pared pueda sostener el peso de las macetas. Para esto es aconsejable optar por sustratos livianos y con buen drenaje.
Elegir la tierra y las semillas
Tierra: la tierra que es conveniente usar en un huerto es la que encuentras en cualquier campo labrado. Lo ideal es que tenga un alto contenido de arena o arcilla. Lo aconsejable es mezclarla con sustrato para plantas, podrás conseguirlo en cualquier floristería.
El compost obtenido con el reciclaje de materia orgánica es muy bueno además, al hacerlo en casa, es totalmente gratis. Brinda los nutrientes necesarios para que las plantas crezcan sanas y fuertes. Además, te da la opción de reciclar los residuos orgánicos generados en tu hogar.
Riego: la hora ideal para regar tus plantas es por la mañana, esto se debe a que se minimiza la evaporación. Durante la primavera y el verano se necesita mayor cantidad de riego ya que los cultivos están en su tamaño máximo y en plena producción. Debes tener en cuenta que la acumulación de agua genera la asfixia de las raíces de las plantas.
Plantas de temporada: deberás elegir las plantas de temporada, de esta manera ahorrarás recursos y contribuirás a mejorar la salud de tu huerto.
Combinar tipos de plantas: ubicar aromáticas y flores junto a hortalizas y verduras. Muchas de ellas son repelentes naturales de plagas y hongos que son perjudiciales para tu huerto.
Tipos de siembra
Existen dos tipos de siembra la indirecta y la directa.
Siembra indirecta: se trata de hacer la germinación en un entorno protegido de condiciones adversas, como heladas, vientos y lluvias, (mini macetas, semilleros, recipientes pequeños, etc) y luego trasplantar las plántulas al lugar definitivo de cultivo, esto debe hacerse cuando la planta alcanza el doble del tamaño del recipiente que la contiene. Es aconsejable emplear este tipo de siembra para semillas pequeñas como la de brócoli, repollo, coliflor, pimientos, tomate, berenjena.
Siembra directa: las semillas serán colocadas directamente en su lugar definitivo de cultivo, ya sea en una maceta o jardín. Este modo de siembra es aconsejable para semillas grandes y fáciles de manipular como arveja, maíz, poroto zapallo, zapallitos, melón o especies que no se adaptan al trasplante como la zanahoria, perejil, espinaca, entre otros.
La profundidad en la que debe colocarse la semilla no debe superar el doble del tamaño de la misma.
Cosecha: lo aconsejable es realizar cosechas regulares cada veinte o treinta días. Si es en verano lo ideal es que sea a la mañana temprano o a la tardecita. Debes tener en cuenta que si se trata de verduras de hojas, hay que tomar siempre las hojas más externas. Otro dato importante es debes cosechar todo fruto maduro ya que si los dejas puede morir la planta.
Herramientas
Las herramientas utilizadas dependen de la destreza y economía cada usuario. Pero aquí va una lista de algunas herramientas que podrían ser muy útiles:
Azadilla de lanza: es utilizada para retirar restos vegetales y malas hierbas, también para remover la tierra y airearla.
Cultivador: su función es arañar la superficie y airearla.
Trasplantador: será de mucha ayuda a la hora de abrir agujeros para plantar semillas y plantones.
Guantes: es importante protegernos las manos, debes asegurarte de que tengan el grosor necesario.