El ayuntamiento de Barcelona suspendió, de manera preventiva y durante un año, la concesión de licencias para el alquiler de habitaciones turísticas en pisos compartidos.
Esta semana, la alcaldesa de la ciudad de Barcelona, Ada Colau, decidió suspender la concesión de licencias para el alquiler de habitaciones turísticas. Será por un período de un año, que podría prorrogarse hasta dos. Alega que la aplicación de esta forma de alquiler perjudicaría al mercado de la vivienda habitual.
El pasado cuatro de agosto el Gobierno de la Generalidad aprobó el decreto de turismo de Cataluña. Este pretendía regular el alquiler de habitaciones a turistas en pisos particulares. Cada ayuntamiento tendría la potestad de decidirse por aplicarlo o no en su territorio. Pero Ada Colau, alcaldesa de la ciudad de Barcelona, decidió no hacerlo. Pues suspendió por un año (prorrogable a otro más) la concesión de licencias a particulares.
¿Un freno a Airbnb?
Según Janet Sanz, tenienta de alcalde, con la suspensión se pretende evitar actividades presuntamente especulativas de plataformas como Airbnb. En este sentido, añade que: “las habitaciones turísticas impactan en el mercado de la vivienda porque son actividades mucho más rentables”. De aplicarse la medida, se teme que la oferta de pisos en alquiler para vivienda habitual disminuya. Y que, en consecuencia, aumenten los precios.
Sin embargo, el director de turismo de la Generalidad, Octavio Bono, informaba a principios de este mes que el alquiler de habitaciones no es una práctica nueva. Se estima que “hay cerca de diez mil viviendas en estas condiciones en Barcelona y catorce mil en Cataluña”. De esta manera, suspender la regulación perpetuaría los alquileres clandestinos.
El alquiler de habitaciones es una práctica habitual: “hay cerca de diez mil viviendas en estas condiciones Barcelona”
Barcelona es una ciudad turística por excelencia y, en medio de la crisis, muchos propietarios buscan alternativas para salvar su economía. Sin embargo, el alquiler de habitaciones turísticas no será una opción viable. Al menos, hasta que el ayuntamiento decida aprobar la concesión de licencias a particulares.