Los certificados de declaración de la renta constituyen una de las documentaciones más comunes que deben tramitar los ciudadanos españoles. La certificación de renta o de IRPF se requiere ante diferentes situaciones pero, aunque su alcance es amplio, también tiene sus limitaciones. En el siguiente artículo te contamos en detalle qué es, para qué sirve y cómo tramitar el certificado de renta. Toma nota.

¿Qué es un certificado tributario?

Un certificado tributario o de IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) es uno de los documentos que más solicitan los ciudadanos españoles, dado su alcance y la diversidad de situaciones en las que se lo necesita. Concretamente, este documento expedido por la Administración Tributaria (A.T.) acredita la situación de los contribuyentes en cuanto a lo que deben tributar por su capital y su actividad laboral.

Entre las muchas situaciones en las que puede ser requerido, este certificado se presenta, esencialmente, al momento de realizar la declaración anual de la renta, las autoliquidaciones, la situación censal, el cumplimiento de obligaciones tributarias y la existencia o inexistencia de deudas o sanciones pendientes de pago registradas por la A.T. Aunque dicho de esta manera pueda parecer suficiente para realizar cualquier trámite, también tiene sus limitaciones.

Un certificado de declaración de la renta no puede hacerse en a nombre de terceros. Siempre los datos que se registren responderán a la situación del contribuyente que lo solicita. Tampoco se certificarán datos relativos a obligaciones tributarias respecto de las cuales haya prescrito el derecho de la Administración para determinar la deuda tributaria mediante la oportuna liquidación. Por último, no se expide este documento hasta tanto no se cumpla el vencimiento para que el contribuyente pague de forma voluntaria sus obligaciones.

Para conocer entonces la utilidad de este documento, veamos a continuación algunos ejemplos.

¿En qué ocasiones se necesita un certificado de renta?

El certificado de IRPF se puede solicitar voluntaria y gratuitamente. Aunque no necesitamos declarar ningún justificativo para solicitarlo, las razones más comunes para hacerlo tienen vinculación con el ámbito laboral o inmobiliario. Por ejemplo, pueden requerirlo los bancos para otorgarnos un préstamo o una hipoteca. Esto es así porque este tipo de instituciones requieren certificar la solvencia del potencial cliente para determinar si puede afrontar la deuda. En ese sentido, el certificado de declaración de la renta constata el nivel de ingresos.

Pero también pueden pedirnos esta documentación para realizar trámites administrativos o burocráticos, tales como solicitar ayudas a la vivienda, becas escolares, adopciones o subvenciones que requieran demostrar que nuestros ingresos no superan una determinada base. Incluso a veces, este certificado se pide a título particular, sólo para controlar o constatar que nuestros ingresos y retenciones estén en orden, respecto de la información con la que cuenta la A.T.

¿Cómo obtener el certificado de declaración de renta?

En este sentido, la Agencia Tributaria ofrece explicaciones bastante claras en cuanto a lo procedimental, por lo que siempre la primera e ineludible sugerencia es ingresar a su sitio y revisar las preguntas frecuentes. Resueltas las primeras inquietudes, los pasos a seguir son los siguientes:

  • Ve a la opción “Quiero un certificado de mi declaración de renta” (para encontrarlo más fácilmente, puedes tipear esto en el mismo buscador de la página oficial);
  • Luego pulsa en “Certificado de IRPF”, donde encontrarás como una de las primeras opciones el link “Solicitud”;
  • En ese momento se deriva al solicitante a una pantalla para que complete los datos que lo identifican. Esto puede hacerse vía Cl@ve PIN, DNI o DNI electrónico;
  • Antes de finalizar el proceso se pedirá seleccionar el ejercicio fiscal, pulsar en “Validar solicitud”, y luego firmar y enviar. Recuerda en este punto marca la casilla de conformidad con los términos expuestos.

Esta es la forma más ágil y directa de pedir el certificado tributario, que entonces se expide de manera electrónica para que puedas imprimirlo o guardarlo en tu dispositivo.

¿Qué datos contienen los certificados tributarios?

Un certificado de declaración de la renta está constituido por dos grupos de datos: los de identificación del contribuyente y aquellos que determinan su situación fiscal y tributaria. Respecto de los primeros, figuran los nombres y apellidos del solicitante, o bien su razón social o denominación completa. Como complemento necesario tanto para comprobar su identidad como para facilitar el envío de la documentación, figuran también el número de identificación fiscal y el domicilio fiscal del obligado tributario.

En el segundo grupo de datos se dejan constancia de las circunstancias, obligaciones o requisitos que deban ser certificados, así como se explicita la información que no aparece en las bases de datos de la A.T., o la improcedencia de suministrar dicha información, cuando no se la puede certificar.

Con estos datos, la Agencia arroja además una especie de evaluación de la situación, no del contribuyente pero sí de la información con la que cuenta el organismo. En términos generales, siempre que se trate de certificados otorgados para estar al corriente de obligaciones tributarias o de contratistas y subcontratistas, el resultado de estos certificados puede ser:

  • Positivo, de encontrarse al corriente de las obligaciones tributarias.
  • Denegado, por deudas del solicitante.
  • Denegado, por falta de presentación de declaraciones del solicitante.
  • Denegado por los dos motivos anteriores.

Efectos y validez de los certificados tributarios

Cada certificado otorgado se imprime con datos del lugar, fecha y firma del órgano competente para su expedición, además de un código seguro de verificación. Salvo que exista una normativa específica que establezca lo contrario, los certificados tributarios tendrán validez durante 12 meses siguientes a partir de la fecha de su expedición. Esto es así, lógicamente, mientras no se produzcan modificaciones de las circunstancias declaradas respecto de las obligaciones periódicas, o durante tres meses, cuando se refiera a obligaciones no periódicas.

Por último, es importante aclarar que estos certificados tienen sólo carácter informativo. Esto quiere decir que si notas algún dato erróneo o por la causa que fuere deseas manifestar tu disconformidad con los datos expuestos puedes hacerlo en el plazo de diez días. Esto se hace de forma escrita mediante una solicitud de modificación de la certificación. En ese caso, se deben adjuntar los elementos de prueba que se estimen convenientes para acreditar la solicitud.

¿Te fue de utilidad este artículo? Déjanos tus inquietudes en los comentarios. Y no olvides que si quieres conocer más sobre estos temas, tienes mucha información a disposición en el sitio de Oi Real Estate.

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