Siguiendo el curso de uno de los ríos de Barcelona, la comarca del Baix Llobregat ofrece un paisaje que transporta desde la cumbre de las montañas a la orilla del mar. Un lugar por descubrir y para disfrutar.
Desde su nacimiento, a los pies del Pirineo, el río Llobregat atraviesa buena parte de la provincia de Barcelona entre montañas milenarias, palacios modernistas, reservas naturales y zonas de playa. Es el Baix Llobregat.
A su paso, el Llobregat dibuja su curso entre las montañas de Montserrat, cruza el famoso Pont del Diable en Martorell y riega el Parc Agrari del Baix Llobregat, huerto natural de la ciudad de Barcelona.
En adelante, y antes de fundirse con las aguas del mar Mediterráneo, deja un último regalo a la tierra que lo vio nacer: el Delta del Llobregat. Un espacio que poco a poco recupera fauna y flora entre vías verdes, caminos de montaña y rutas de senderismo.
El aire puro de montaña, cuevas y minas prehistóticas, atracciones de interés turístico, importantes enclaves modernistas y los destinos de playa se reparten en una comarca situada apenas a 15 minutos de Barcelona.
Así es el Baix Llobregat: ¡Un lugar para el ocio y el tiempo libre!
Una comarca de paisajes
Territorio de contrastes, en el Llobregat igual se asciende por encima de los 1000 metros que se desciende a orillas del mar.
La montaña de Montserrat es uno de sus paisajes más peculiares, con formas redondeadas y un monasterio que conserva a todo un símbolo como es la Moreneta (Virgen de Montserrat).
Peregrinando a pie o en bicicleta, escalando hasta lo más alto, subiendo en el Cremallera y el Áereo de Montserrat o conduciendo en coche. Mil maneras de llegar a la cima y disfrutar del Parc Natural de Montserrat.
En el otro extremo de la comarca, el frente marítimo obsequia con diversas playas. Algunas apreciadas por el turismo como las de Gavá y Castelldefels, y otras aún muy tranquilas como las del Prat de Llobregat o Viladecans.
Rincones de arena fina y cuidada calidad medioambiental que finalizan en Port Ginesta, un activo puerto deportivo que limita con El Garraf.
¡Conozcamos el Baix Llobregat a partir de 3 recorridos!
Desde Montserrat a Martorell
Recorrer el Baix Lobregat tiene una seria de paradas obligatorias para todo buen viajero.
Montserrat cuenta con un monasterio construido sobre la antigua Ermita de Santa Maria (año 888). Para entender el simbología histórica y espiritual, la abadia cuenta con dos importantes lugares: el Espacio Audiovisual de Montserrat que explica su significado y el Museu de Montserrat que conserva sus diversas colecciones artísticas.
Aunque siempre es posible subir más aún más alto. Desde el monasterio se puede ascender hasta la Ermita de Sant Jeroni. Un lugar desde al que merece la pena ascender para sentirse aún más cerca del cielo.
Descendiendo desde Montserrat, el camino lleva a detenerse en Esparreguera. El lugar donde cada Semana Santa, un teatro se convierte en escenario de la tradicional Pasión de Jesús. El resto del año también tiene otro motivos para dejarse caer como el altísimo campanario de su Iglesia, el segundo de toda Catalunya.
El trayecto continua en Martorell, conocida por el espléndido puente que cruza sobre el río Llobregat: el Pont del Diable. Una construcción de la época romana por donde pasaba la mítica Via Augusta del antiguo imperio.
Sin embargo, Martorell también destaca por otras joyas históricas y artísticas. Entre el legado histórico vale la pena conocer el Yacimiento Arqueológico de Santa Margarida, sobre una iglesia románica (siglo XII) y una antigua masia (siglo XVI). El espacio para el arte lo ocupa el Espacio Artístico Muxart, situado en su casa-museo.
Del Ordal al Parc Agrari en familia
Ya casi en Corbera de Llobregat, y junto a la Sierra del Ordal, las zonas boscosas vuelven a ocupar el paisaje.
Aunque nuestro camino se detendrá algo más abajo, en Vallirana, donde se conserva la Masia Molí de Can Batlle. Una construcción del siglo XVII, ideal para descubrir con niños el funcionamiento de un antiguo molino de harina.
La aventura seguirá en Torrelles de Llobregat, enn uno de los parques más soprendentes de la zona. Catalunya en Miniatura es una perfecta simbiosis entre la arquitectura y el espíritu aventurero. Una manera de recorrer los diferentes monumentos catalanes entre circuitos de aventura.
Llegando a Sant Climent de Llobregat nos introducimos en una de las zonas tradicionalmente agrícolas. El Museu d’Eines del Pagès de Sant Climent nos lo recuerda, con piezas originales del siglo XIX.
Junto a Sant Climent, el Parc Agrari del Baix Llobregat está formado por las localidades de Sant Boi, Cornellà y el Prat de Lobregat. Un espacio de 3.500 hectáreas dedicadas al cultivo de frutas y hortalizas con productos muy apreciados en Barcelona.
El parque nos deja en mitad de los Espacios Naturales del Delta. Un refugio que mantiene la biodiversidad alrededor de una zona con 18.000 años de antigüedad: el Delta del Llobregat.
Arquitectura de palacios y museos
Uno de los mejores recorridos del Baix Llobregat se detiene por sus joyas arquitectónicas del modernismo.
Sant Feliu de Llobregat tiene por sí solo un gran patrimonio modernista, con más de 25 lugares entre las casas y espacios públicos. Pero Sant Feliu también conserva otras joyas arquitectónicas como el Palau Falguera (siglo XVII), cuyas estancias y jardines hospedaron a nobles y mercaderes.
Siguiendo la ruta modernista, la siguiente parada debe ser en Sant Joan Despí.
Esta histórica localidad conserva el estudio de arquitectura de uno de los íntimos colaboradores de Antoni Gaudí, el genial Josep Maria Jujol. Más allá de su obra en la ciudad de Barcelona, Sant Joan Despí le permitió experimentar el modernismo en un entorno natural dejando su legado en el Centre Jujol – Can Negre.
En contraste con el modernismo de Jujol, Sant Joan Despí también conserva la histórica Ermita de Santa Maria del Bon Viatge (año 1262).
La ruta modernista continua en Cornellà de Llobregat. En esta localidad encontramos el Museu Palau Mercader que, además de piezas del siglo pasado, alberga el Museu de Matemàtiques de Catalunya.
Un edificio céntrico que se complementa con otro situado a las afueras de Cornellà, la Casa Camprubi. Sin duda, el mejor edificio modernista de la lozalidad. Una obra de Josep Maria Jujol que nos deja cerca de la última joya modernista.
Resulta imposible recordar este impresionante estilo sin pensar en su gran figura: Antoni Gaudí.
En Santa Coloma de Cervelló, el conjunto modernista de la Colonia Güell cuenta con diversos edificios de estilo modernista. Entre los que destaca la impresionante Cripta de la iglesia. Se trata de una obra que marcó un momento en la trayectoria de Gaudí y que al recorrerse en todo su conjunto permite descubrir los detalles típicos del modernismo.
Piezas de una belleza única en un maravilloso entorno, el del Baix Llobregat
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