Producir energía gratis es posible. A través del autoconsumo fotovoltaico, puedes ahorrar y cuidar al planeta al mismo tiempo. Descubre las claves de su funcionamiento.

Con la aceleración sin límites del cambio climático y el calentamiento global, hay un interés mundial cada vez mayor por favorecer el uso de energías renovables. Por eso, la instalación de paneles solares se volvió un aspecto clave y se populariza cada vez más con el correr de los años.

Gracias al autoconsumo fotovoltaico, el usuario consume la energía que él mismo produce. Esto permite no solo contribuir con el planeta, sino también ahorrar buenos montos de dinero. 

Además de pagar valores inferiores en las facturas de luz —que se dispararon a principios de este año—, esta herramienta permite incluso vender el excedente de la electricidad producida y hacerse de algún dinero extra.

Autoconsumo fotovoltaico con y sin excedentes

El excedente eléctrico es la diferencia entre la energía que se genera y la que se consume, siempre que la generada sea mayor. Por ejemplo, si tu instalación fotovoltaica ha generado 500 kW y has utilizado 350 kW, tendrás un excedente de 150 kW que puedes comercializar con la red eléctrica.

Existen dos modalidades de instalaciones de autoconsumo solar en lo referente a la energía excedentaria:

Autoconsumo con excedentes

Las viviendas que cubren sus necesidades de autoconsumo pueden verter a la red eléctrica la electricidad que no están utilizando en ese momento. Lo que reciben a cambio de esta energía depende de si están acogidos al sistema de compensación o no.

  • Con compensación: al emitir la factura, la comercializadora descontará la energía que el usuario ha volcado a la red.
  • Sin compensación: el usuario recibirá una remuneración a cambio de la energía que vierta en el mercado eléctrico.

Autoconsumo sin excedentes

Ciertas viviendas disponen de un sistema antivertido para no inyectar a la red de distribución el excedente de energía que produzcan. Sin embargo, gracias a los avances y a las innovaciones tecnológicas, también pueden tener rentabilidad.

Esto es a través del almacenamiento de los excedentes en baterías de litio de última generación para usar en horarios nocturnos o en periodos en los que la energía de la red de distribución es más costosa.

Baterías para el autoconsumo fotovoltaico

Como mencionamos anteriormente, las baterías de autoconsumo sirven para almacenar la energía producida por las placas solares. Luego, el usuario puede hacer uso de ella cuando más lo necesite. 

En las instalaciones conectadas a la red, las baterías de autoconsumo sirven para reducir el consumo hasta casi un 100%. Así, se aumenta aún más el ahorro en la factura de la luz. Además, seguir conectado a la red le permite al usuario disponer de electricidad si no ha almacenado la energía suficiente.

Las baterías también sirven para desconectarse completamente de la red y así ahorrar la totalidad de la factura de la luz, consumiendo energía gratuita y renovable. Para permanecer desconectado, es mejor asegurarse de instalar el número de paneles solares y baterías necesarias en función de la ubicación y el consumo.

Autoconsumo fotovoltaico: individual vs colectivo

autoconsumo fotovoltaico

Cuando existen varios consumidores, una instalación solar generadora puede proporcionar un autoconsumo compartido. Este sistema suele utilizarse en comunidades de vecinos, pues permite realizar una inversión común y disminuir los gastos. 

Hasta el 2018, el autoconsumo colectivo estaba prohibido. Esto le puso un freno considerable a la expansión del uso de paneles solares, ya que más de la mitad de los españoles viven en comunidades de vecinos.

Cuando se trata de viviendas aisladas y chalets, en cambio, el autoconsumo es individual.

Placas solares: ¿cuáles son los elementos para la instalación?

Si bien cada instalación de autoconsumo fotovoltaico es distinta y se adapta a las características de la vivienda en la cual se aplica, existen ciertos elementos comunes:

  • Paneles solares: son los módulos encargados de transformar la energía solar en electricidad.
  • Inversor: es el dispositivo que transforma la corriente continua generada por los paneles en corriente alterna. Esto es necesario para que sea compatible con los aparatos eléctricos del hogar.
  • Baterías: sirven para almacenar la electricidad que producen los paneles.
  • Contador bidireccional: es un dispositivo digital que contabiliza la cantidad de kWh producidos por la instalación y por el usuario.
  • Sistema de monitorización: es un dispositivo que permite medir los vatios consumidos. Algunos inversores lo tienen incorporado.

IVA e Impuesto al sol en el autoconsumo fotovoltaico

El autoconsumo solar cuenta con el IVA general del 21%. Este impuesto se aplica tanto al precio de la instalación como a la compraventa de la energía y los peajes.

Los únicos exceptuados de este pago son quienes disponen de una instalación que no está conectada a la red de distribución y transporte. Sin embargo, como mencionamos anteriormente, permanecer desconectado incrementa el riesgo de quedarse sin electricidad si los paneles no han producido la energía suficiente.

El impuesto al sol, en tanto, fue una medida impuesta en 2015 con el real decreto 900/2015 que gravaba el sistema de autoconsumo por energía solar. Los usuarios de estas instalaciones debían pagar un cargo añadido al habitual, de forma que abonaban incluso más peajes que el resto. En 2018, este gravamen fue derogado.

Paneles solares: qué permisos se necesitan

El tipo y la cantidad de permisos que un usuario debe solicitar a la hora de realizar una instalación de autoconsumo fotovoltaico depende de la modalidad. Por ejemplo, las instalaciones sin excedentes no necesitan de permisos de acceso y conexión, a diferencia de las que sí vierten electricidad a la red. 

En general, los permisos pueden dividirse en dos categorías: previos y posteriores a la instalación.

Permisos previos a la instalación de paneles solares

  • Diseño del sistema fotovoltaico: en el caso de las pequeñas instalaciones de autoconsumo es necesario que el instalador cuente con al menos una memoria. Cuando se trata de grandes instalaciones, se debe presentar un proyecto.
  • Permisos de acceso y conexión a la red: estos trámites se hacen con la eléctrica y deben solicitarse cuando las instalaciones se hacen fuera del suelo urbano. Lo mismo aplica para quienes exceden los 15kWn y vierten excesos de electricidad.
  • Licencia de obra e impuestos: si bien es obligatoria, muchas veces basta con avisar al Ayuntamiento competente sobre la ejecución. En el caso de las instalaciones de más potencia, es posible que el Ayuntamiento pida información adicional.
  • Autorización administrativa previa y de construcción: es obligatoria solo para instalaciones fotovoltaicas de grandes tamaños.
  • Autorización ambiental y de utilidad pública: aunque no suele ser necesaria en instalaciones menores de 100kWp, debe consultarse con la autonomía correspondiente.

Trámites posteriores a la instalación de paneles solares

  • Certificado de fin de obra: debe presentarse ante la comunidad autónoma o ayuntamiento competente. Dependiendo del tamaño de la instalación, la emite un electricista o un técnico de grado superior.
  • Autorización de explotación: es para instalaciones eléctricas de producción, transporte o distribución y se lleva a cabo con la comunidad autónoma. No es necesaria en el caso de pequeñas instalaciones, salvo si se tuvo que presentar un diseño de obra por parte de un técnico.
  • Inspección inicial e inspecciones periódicas: las realiza un Organismo de Control Autorizado (OCA). No son obligatorias en el caso de las instalaciones de menos de 10kW, a  menos que sean lugares de pública concurrencia o locales húmedos.

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