Según un estudio publicado por Savills, en 2020 aumentó el interés por la inversión en vivienda de alquiler. Además, las propiedades con rentas asequibles se están transformando en nuevos activos de interés para los inversores.

Pese a que 2020 ha sido un año difícil en materia de inversiones inmobiliarias, un estudio realizado por Savills confirma que el interés por la vivienda en alquiler creció con fuerza en toda Europa. Además, las promotoras comienzan a ver en las viviendas asequibles una oportunidad de inversión rentable y con impacto social positivo.   

Según el estudio de Savills, la inversión inmobiliaria en el mercado residencial de alquiler durante 2020 alcanzó los cuarenta y seis millones de euros. Esto supone un crecimiento interanual del 6% y de un 17% si consideramos su evolución durante los últimos cinco años.

El ranking está encabezado por Alemania, que acaparó el 40% de la inversión en el segmento “multifamily”. Le siguen:

  • Países Bajos, con un 15%;
  • Suecia, con el 12%;
  • Dinamarca, con el 9%;
  • España y Reino Unido, con el 6% cada uno.

Aumenta el interés en la inversión de vivienda de alquiler, pero la rentabilidad se reduce

A su vez, desde la consultora afirman que el crecimiento de la inversión en vivienda de alquiler se produce en un contexto donde la rentabilidad se contrae. Al respecto sostienen que:

“La ‘yield’ media de viviendas ‘prime’ en alquiler ha bajado 120 puntos básicos desde 2012, hasta alcanzar un mínimo histórico del 3,24% en 2020. Las rentabilidades netas oscilan entre el 2,4% de Berlín y el 5% de Varsovia. No obstante, la mayoría de los mercados ofrecen rentabilidades netas de entre el 3% y el 3,5%”.

En España, por su parte, la rentabilidad bruta de una inversión en vivienda de alquiler bajó durante 2020, hasta alcanzar el 7,2%, según un informe de Idealista. Esto implica una reducción del 0,4% a lo largo del año de la pandemia. Aún así, la inversión inmobiliaria continúa multiplicando por quince, en el peor de los casos, a las tasas que ofrecen los Bonos del Estado a diez años.

El desequilibrio entre la oferta y la demanda

Según Savills, el entorno será muy competitivo en aquellas zonas donde la oferta de viviendas en alquiler no llega a satisfacer la demanda. Este desequilibrio se verá influenciado, además, por las restricciones derivadas del COVID-19 y los retrasos en la actividad de la construcción de obra nueva, que debió interrumpirse durante los meses más críticos de la pandemia en 2020.

Estos factores, reafirman, “pueden intensificar aún más el desequilibrio entre la oferta y la demanda de viviendas en alquiler gestionadas por profesionales en las principales ciudades europeas”.

¿Subirán las rentas?

Desde Savills consideran que las rentas en Europa aumentarán cuando se retome la confianza en los hogares. De cualquier manera, en casi todos los mercados, los contratos están cubiertos frente a la inflación, lo que permite generar ingresos estables.

Además, añaden que los bancos impulsarán la financiación de la obra nueva para incentivar la actividad promotora. De esta manera, pretenden que continúe creciendo el interés de los inversores por la construcción de nuevos activos inmobiliarios destinados al arrendamiento. En efecto, creen que la inversión para alquilar se convertirá en uno de los nichos inmobiliarios principales del continente europeo.

Viviendas asequibles, las nuevas protagonistas

La consultora también estima que se necesitan promover más de dos millones de viviendas en alquiler en España para satisfacer la demanda. Pero una parte importante de ellas amerita algún tipo de protección, es decir, que salgan al mercado con rentas asequibles.

Consideran, además, que “existe un elevado interés de inversores institucionales por desarrollar nuevo producto en nuestro país y una firme apuesta de las Administraciones Públicas por incrementar la oferta de vivienda en alquiler y situarnos al nivel de otros países de Europa”.

En este sentido, desde Savills destacan que el desequilibrio entre la oferta y la demanda ha producido un incremento en el precio de las rentas durante los últimos años. En ciudades como Ámsterdam, Copenhague, Dublín y Paris, el alquiler medio de un piso con un dormitorio representa más del 30% del ingreso familiar medio. Pero la situación se agrava al considerar el impacto negativo de la pandemia del coronavirus sobre la economía de los hogares, lo que produjo una reducción de la capacidad para pagar los alquileres.

“Esto implica que la necesidad de más viviendas asequibles es alta, mientras que las perspectivas de un mayor crecimiento del alquiler son cada vez más limitadas. La actual crisis sanitaria ha demostrado que las ciudades que ofrecen una vivienda asequible y de alta calidad serán más competitivas, resilientes y atractivas para las personas y las empresas”, explica la compañía.

Frente a ello, los gobiernos de algunas ciudades, como Ámsterdam, Madrid y Barcelona, están colaborando con inversores y promotores para ofrecer un parque más amplio de viviendas asequibles. En particular, el sector público ofrece terrenos excedentes con incentivos a largo plazo, mientras que las promotoras también comienzan a mirar las viviendas asequibles como una oportunidad de inversión inmobiliaria.

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