Aprovechando la celebración del año de las bibliotecas, bien vale la pena hacer un repaso a las más destacadas de una ciudad que ama la cultura y reconoce el importante papel de los libros en sus diversas expresiones. Estas son las bibliotecas de Barcelona.
Coincidiendo con el primer centenario de la red de bibliotecas públicas de la Mancomunitat de Catalunya, 2015 ha sido declarado Año de las Bibliotecas. Desde 1915 y hasta ahora, el número de bibliotecas ha incrementado considerablemente a través de barrios y ciudades, especialmente en Barcelona.
Sin duda, una de las herramientas imprescindibles para facilitar el acceso a la cultura y responder a las necesidades de conocimiento de toda la sociedad. Las estadísticas así lo reafirman, con un total de 370 bibliotecas y 11 bibliobuses repartidos por 411 municipios catalanes.
Con 11 millones de libros y centenares de trabajadores, las bibliotecas llenan horas de anécdotas y conocimiento tanto para niños como adultos. Como dijo Jorge Luis Borges: “Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca“
Descubramos esos pequeños (y grandes) templos de la cultura que se reparten por el Casco Antiguo, el histórico Eixample, el frente marítimo y la zona alta de Barcelona.
Historia en Ciutat Vella
En Ciutat Vella se encuentran las bibliotecas con más historia de la ciudad.
La más emblemática es la Biblioteca de Catalunya (C/Hospital, 56) que ocupa un edificio del siglo XV. Creada en 1907 como la Biblioteca del Institut d’Estudis Catalans, acogió el Antiguo Hospital de la Santa Creu de Barcelona hasta recuperar funciones bibliotecarias. Hoy en día ocupa una superficie de 8.820 m2 con un fondo de más de tres millones de volúmenes. Aunque también reserva un espacio para representaciones teatrales en una nave gótica del edificio.
Junto a la BC, la Biblioteca Sant Pau-Santa Creu (C/Carme, 47) data del siglo X. Por aquel entonces era un asilo y un hospital de peregrinos, que acabó formando parte del Hospital de la Santa Creu. Hoy conserva dos salas diferentes, una para adultos y otras para niños, bajo un techo abovedado de crucería gótica. Una joya arquitectónica en mitad del barrio del Raval.
En el barrio Gótico de la ciudad se encuentran otro centro histórico. Se trata de la Biblioteca Andreu Nin (La Rambla, 32), en homenaje a un profesor y activista político del POUM. Situada en un edificio de 1879, la biblioteca ocupa la planta baja del Antiguo Gran Hotel Falcón.
Siguiendo el recorrido por el Casco Antiguo, la Biblioteca Francesca Bonnemaison (C/ Sant Pere Més Baix, 7) está situada junto a la Via Laietana y en mitad de La Ribera-El Born. Lleva el nombre de una importante pedagoga y defensora del feminismo, motivo más que suficiente para dedicarle a ella la primera biblioteca de la mujer en Europa.
El Eixample de Barcelona
Cada barrio del Eixample tiene su propia biblioteca Eixample.
En el l’antiga Esquerra de l’Eixample, y junto al hospital Clínic, la Biblioteca Agustí Centelles (C/ Comte d’Urgell, 145) tiene un importante fondo bibliográfico infantil y juvenil. Una interesante alternativa para entretener a los más pequeños.
Ya en la Nova Esquerra de l’Exixample, la Biblioteca Joan Miró (C/Vilamarí, 61) se encuentra cerca de la Plaza Espanya y en mitad de uno de los grandes parques barceloneses. Como si de una pequeña isla se tratase, su arquitectura seduce para convertirla en lugar de referencia cultural.
Sin abandonar el lado izquierdo del Eixample, aunque junto a uno de los mercados históricos de Barcelona, la Biblioteca Sant Antoni-Joan Oliver (C/ Comte Borrell, 44) es una de las más modernas. La increible remodelación de una antigua fábrica de caramelos dio como resultado una biblioteca de 5 plantas. Un ágora que se llena de luz gracias al tradicional patio de manzana del Eixample y que recibe a todo tipo de público, sin distinción alguna.
La Dreta de l’Eixample cuenta con otras tres bibliotecas, una en cada barrio. La más cercana al Paseo de Gracia es la Biblioteca Sofia Barat (C/ Girona, 64). Abierta en el año 2000, se encuentra en un patio de manzana al que se llega desde un discreto pasillo de la calle Girona. Un oasis de tranquilidad para todo un barrio.
Siguiendo hacia la Plaza de Glories, podemos llegar a dos barrios totalmente diferentes. En la parte norte, la Biblioteca Sagrada Família-Josep M. Ainaud de Lasarte (C/ Provença, 480) forma parte de uno de los edificios más polifacéticos del barrio con permiso de la basílica de Gaudí. Una biblioteca contemporánea con el nombre de un historiador y político universal, vecino de la Sagrada Familia.
En el otro extremo del Eixample, la Biblioteca Fort Pienc (Pl. Fort Pienc, 4) también cumple con esa función de agrupar espacios. Lugares y edificios como los de toda una ciudad. Por algo está espacializada en la arquitectura contemporánea y el diseño, además de encontrarse situada a pocas calles de la impactante Plaza de Glories.
El litoral de Barcelona
A mitad de camino entre la ciudad histórica y la modernidad de Diagonal Mar, Barcelona tiene todo un litoral de contrastes entre sus bibliotecas.
La última de las históricas bibliotecas se encuentra en La Barceloneta. Es la Biblioteca La Fraternitat (C/ Comte de Santa Clara, 8) que situada en un barrio pescador ocupa un edificio modernista de 1910. Esta antigua propiedad de una cooperativa obrera, ebalorada en obra vista, es hoy un edificio lleno de cristales y de luz natural.
Al abandonar la Barceloneta encontramos a los barrios de la Vila Olimpica y el Poblenou, en el distrito de Sant Martí.
El primero cuenta con la Biblioteca Xavier Benguerel (Avda Bogatell, 17). Un edificio con 20 años de historia que destaca por la sala polivalente donde se ofrecen todo tipo de presentaciones.
Siguiendo el litoral, la Biblioteca Poblenou-Manuel Arranz (C/ Joncar, 35) aprovecha otra antigua construcción: la antigua fábrica textil de Can Saladrigas. Un edificio situado a pocas calles de la Rambla del Poblenou, que hoy rebosa de libros de historia, tradición y cultura popular.
Algo más lejos de la costa, la Biblioteca El Clot-Josep Benet (Pl. Glòries, 37) se encuentra en la famosa ‘grapadora’.
El edificio que acoge al Museu de Disseny de Barcelona impacta por su arquitectura y su céntrica localización, en la versátil Plaza de Glories. El punto de unión entre la ciudad y el mar.
Zona alta de Barcelona
La zona alta de Barcelona cuenta con alguna de las bibliotecas más modernas de la ciudad.
Uniéndolas al epicentro metropolitano encontramos un espacio ‘fronterizo’. Es la Biblioteca Jaume Fuster (Pl Lesseps, 20-22).
La más alejada del centro de Barcelona está a los mismos pies del Tibidabo. Es la Biblioteca Collserola-Josep Miracle (C/ Reis Catòlics, 16), que forma parte del mapa de la Barcelona sostenible con un fondo dedicado al medio ambiente.
Ya en Sarrià, la Biblioteca Clarà (C/ Doctor Carulla 22) se encuentra en un edificio más ligado al pasado que al futuro. Se trata de una construcción de estilo racionalista, obra de Duran i Reynals, que sirvió de taller al escultor Josep Clarà i Ayats.
De regreso al centro de la ciudad encontramos una últimas incorporaciones a la ciudad, la Biblioteca Sant Gervasi–Joan Maragall (C/ Sant Gervasi de Cassoles, 85).
Un moderno espacio ubicado en la histórica finca Vil·la Florida del que solo se ve la mitad de la superficie. Este edificio semienterreado cuenta con casi 3.000 m2 de una total polivalencia. La nueva joya arquitectónica de Sant Gervasi.
Proyectos de futuro
La ciudad nunca se detiene, y aún imagina nuevos y revolucionarios centros. Bibliotecas de Barcelona que transformen el paisaje y construyan todo un entremado cultural.
Uno de los proyectos más ambicionados a nivel bibliotecario es el de la futura Biblioteca Provincial de Barcelona. Un proyecto que está pendiente de aprobación y se desarrollará en los terrenos que rodean a la Estació de França y el Paseo de Circumval.lació.
Ya en 2010 la entonces ministra de cultura afirmó que Barcelona tendría la biblioteca ‘más grande’ de España. Todo un edificio de cristal de 18.000 metros cuadrados que llegaría a albergar 600.000 ejemplares y cuyo proyecto debería arrancar a partir de 2012. De momento solo es un proyecto a falta de acuerdo político y partida presupuestaria.
Un gran sueño cultural que todos los barceloneses esperan que se haga realidad.
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